La construcción en 2050
El paisaje de una obra en construcción dejará de estar dominado por cuadrillas de trabajadores y será poblado por maquinaria automatizada.
Poco más de dos siglos después del ludismo, el movimiento de los trabajadores contra las máquinas introducidas durante la Revolución industrial, la construcción se alista para transformar la forma de construir.
Las cuadrillas de trabajadores darán paso a robots, grúas y excavadoras automatizadas, y drones que escanean cada movimiento. De manera remota, un supervisor monitorea la información de cuatro obras, que se ejecutan de manera simultánea. Los escasos trabajadores que permanezcan en la obra estarán equipados con exoesqueletos y tecnología de control neuronal para administrar la operación en sitio de los robots.
Ese el pronóstico de Balfour Beatty, empresa multinacional de infraestructura, en su estudio Innovation 2050: A Digital Future for the Infrastructure Industry. Entre las ventajas de esta nueva forma de construir están el aumento de la productividad y cero accidentes de trabajo.
De acuerdo con el reporte, la industria de la construcción llega tarde a esta revolución tecnológica. “En contraste con otras industrias, el sector de infraestructura aún no ha incorporado todo el potencial de la tecnología. De hecho, se mantiene como una industria de baja tecnología con niveles bajos de automatización”.
Con la irrupción tecnológica, se requerirá una fuerza de trabajo más calificada. Asimismo, la nueva infraestructura debe estar preparada para el futuro, es decir, tiene que ser capaz de evolucionar aún después de construida.
“Los propietarios y operadores de infraestructura necesitan desarrollar estrategias para integrar diferentes generaciones de tecnología”, recomienda el análisis de Balfour Beatty.
Los usuarios de bienes raíces comerciales ya demandan que la infraestructura “atienda el funcionamiento óptimo y seguro de robots”, señala en un comunicado la firma inmobiliaria Cushman & Wakefield.