ATRE´VETE, TE TE... A FICHAR
Es el único salón en la Ciudad de México donde los hombres raspan suela a cambio de un varo
»EN EL CABARET BARBA AZUL
En el corazón de la colonia Obrera resiste uno de los últimos cabarets que perduran en la Ciudad de México: El Barba Azul.
Sus 69 años de tradición, al igual que su fiero barrio, lo respaldan como uno de los centros nocturnos por excelencia y uno de los contados sitios donde aún se puede raspar la chancla con la compañía de una fichera.
Sin embargo, una noche cada tres meses en el icónico Cabaret los roles de género se invierten: las ficheras toman un descanso y son reemplazadas por un grupo de 15 hombres que por 20 pesos la pieza, bailarán con quien solicite sus servicios dancísticos.
Las 'Noches de Ficheros' iniciaron en el 2013 "a partir de una investigación sociológica acerca de las prácticas de dominación masculina sobre las ficheras de aquí; por eso decidimos que se invirtieran los roles de quienes fichan, para hacer un cuestionamiento de los privilegios del género masculino y reivindicar la figura de la fichera que aún sigue siendo estigmatizada”, explica Carlos Báez, director del Proyecto Barba Azul, y fichero.
Hay casting de ficheros
Para seleccionar a los ficheros se realiza un casting abierto al que llegan intelectuales, artistas, maestros de baile, mecánicos y oficinistas; el único requisito, además de saber bailar, es que los aspirantes se sensibilicen en lo que pretende el evento.
"Tienen que hacer que quien los saque a bailar la pase bien, escucharlas, acompañarlas y hacer la labor de desahogo social que la fichera ha tenido".
Los ficheros 'hacen base' en tres mesas ubicadas al centro y los costados del cabaret; solamente pueden bailar cuando se les dé su ficha y no pueden negar el servicio a nadie, sin importar el género de quien los saque.
La ficha se vende en 20 pesos. Todas las chicas entran con una de cortesía y en promedio, un fichero recauda 500 pesos. Todo el dinero que se recauda se va para las ficheras que trabajan en el cabaret, quienes esa noche no pudieron laborar.