Pásala!

HAY ESPERANZA PA' LOS MORROS

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Sigue y seguirá siendo el tema desgarrado­r de la balacera en la escuela de Torreón. ¿Por qué? Porque estamos impotentes, desinforma­dos y, hasta que sucede algo así, desinteres­ados de lo que ocurre con los menores.

Los números no mienten: el 56% de los menores que mueren en este país mueren por armas de fuego. Así de sencillo.

Buscamos explicacio­nes y culpables fáciles para hacer descansar nuestra alma. Eso de achacarle la violencia de un chamaco a un videojuego suena ¿Ahorcar rucas? Sólo los viernes, y como que ya está pasando de moda. Confieso que alguna vez me puse violento después de perder una partida de FIFA, pero nunca llegué a matar a alguien.

Lo más acelerado que me pongo es después de ver una película de coches; como que me entra la necesidad de pisarle y ver si sí se puede derrapar y pasar debajo de un tráiler, pero hasta ahí.

Hay mil cosas en este mundo que nos ponen locos, pero no

Tal vez el punto más delicado fue que este muchacho de Torreón (de 11 años), al pedir permiso para ir al baño y cambiar su ropa, haya expresado la frase “hoy es el día” y regresara vestido de forma muy parecida a uno de los estudiante­s tiradores de la escuela gringa Columbine. ¿Se acuerdan de que eran dos?

Bueno, el pequeño de Torreón se vistió idéntico al que sí tenía un problema mental.

El FBI determinó tiempo después que el jovencito tenía rasgos sociópatas y que nadie lo había detectado ni tratado a tiempo.

En YouTube hay una rutina de un comediante mexicano llamado Ricardo O'Farrill que se llama 'Puto con caca', y habla sobre cómo los niños lidiaban con la frustració­n y el bullying cagándose en la pared en vez de tomar una pistola y matar a la maestra.

Precisamen­te el problema es que cada vez las armas están más

¿Dónde se puede encontrar un entorno seguro? ¿Qué es un entorno seguro? La violencia está ya muy arraigada en nuestra vida, y más entre los jóvenes que no conocieron ese mundo en el que te castigaba tu papá y te agarraba a chanclazos tu mamá. Ahora los escuincles son los que

mandan, y en algunas familias son chamacos que juegan hasta absurdo. Si este juego crea asesinos, tendríamos muchos más de los que podríamos contar en este espacio.

El licenciado José Vargas, especialis­ta en videojuego­s y su influencia, además de un aferrado gamer, decidió dedicarle a esto su tesis y descubrió que un estudio aseguraba que los videojuego­s sí te ponen violento. Peeero estudios posteriore­s afirman que sólo quedas medio aceleradit­o unos minutos después de jugar. ¿A ti te gustan los videojuego­s, mi Mario? ¿A poco has quedado con ganas de ahorcar viejas cuando pierdes una partida? todos tienen la capacidad, inteligenc­ia o educación para lidiar con todo eso y optan por los madrazos o, como en este caso, los balazos.

Encauzar toda esa energía es problema de cada quien, y culpar a un videojuego es la salida fácil porque, además, ni siquiera concuerda, ya que el 'Natural Selection' es un juego de 2002 y lo de Columbine pasó en 1999. Si esa frase estaba en la playera del morro, era porque leía a Darwin.

Acá se buscan otras respuestas, como depresión provocada tal vez por la muerte de la madre, el abandono del padre, estar al cuidado de los abuelos y que justamente el abuelo tuviese dos armas, que segurament­e estaban muy a la mano, aunque los abuelos aseguraron que el joven “no tenía permiso para tocarlas”.

Los padres de esa escuela, quienes se habían negado a la implementa­ción del operativo 'Escuela Segura', ahora lo pidieron a gritos. En una escuela cercana, el lunes arrancó este programa con la presencia de soldados, perros y, eso sí, primero un minuto de silencio. a la mano en este país y cada vez más gente tiene menos percepción de lo que está bien o está mal, como matar gente.

Sí es un pedo de medios de comunicaci­ón, de educación y de sociedad podrida, porque en México, si alguien te cae mal, lo mandas ALV y ya. ¿Quién te va a decir algo? ¿El presidente? ¿Fuchi? ¿Guácala? de 'El Ojos' y solicitan que no se criminalic­e a la niñez ni a la adolescenc­ia por este tipo de hechos.

Ellos están muy seguros de que cualquier joven puede reencamina­rse y reinsertar­se en la sociedad productiva, siempre y cuando tenga el entorno y el trato necesario. Incluso cuando un menor se presentó como “el hijo de 'El Ojos'”, ellos le dijeron que “no estaba marcado por ello y que no tenía que seguir la carrera de su padre, que él era una persona totalmente independie­nte y diferente”. a la hora que quieren y les exigen a sus padres como si fueran sus sirvientes, y en otras familias agarran la fusca del abuelo y lo resuelven a balazos.

El problema de este país es que nada se criminaliz­a, y este caso es resultado de la impunidad y el sistema de justicia todo pedorro que tenemos, entre otras cosas.

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