Una recompensa a tantas dificultades
Conquistar una medalla en el escenario máximo de los Juegos Olímpicos tuvo un doble valor para Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez, pues han logrado sobreponerse a varias situaciones en contra que sufrieron.
Desde luego, la pandemia de covid-19 fue el principal impedimento, sobre todo para entrenar, y ni qué decir de los apoyos económicos de las autoridades, que no siempre llegaron a tiempo. A ello hay que sumarle el incendio en el CODE de Jalisco, donde ellas entrenan.
Pero, sin duda alguna, el golpe más duro del que tuvieron que reponerse fue la muerte del entrenador cubano Yunieski Hernández, descubridor de Gabriela Agúndez.
"El cielo está de fiesta porque seguro el profe Yunieski estuvo viéndonos”, dijo una emocionada Gaby después de ganar el bronce.