TEJEN CONTRA LA PANDEMIA
Una jubilada quería alegrar a su pueblo durante el confinamiento y empezó a hacer florecitas, y fueron tantas que cubrió una torre
Alison White, una maestra retirada de 64 años, quería animar a su pueblo durante los meses de confinamiento en Inglaterra y por eso comenzó a tejer florecitas de estambre para adornar la torre de un monumento local, sin saber que gustarían tanto, que ahora se convirtió en casi una hermandad de señoras.
La meta era hacer 500 florecitas, las cuales se coserían a una red que recubre la iglesia del siglo XII, pero ahora llevan el triple y ya no saben a dónde ponerlas porque ya no caben en la torre.
Alison White
JUBILADA Quería iniciar algo para acercar a la gente cuando no se podía acercar"
Tejido con causa
La señora White armó su grupo de tejidos y encontraron una forma de sacarle provecho,
pues abrieron una página de internet para recibir donaciones por cada flor que terminan y cuelgan.
Los fondos que se recauden servirán para restaurar ese templo, que hace labor humanitaria y ha apoyado a enfermos de covid.