RE-LLENOS DE MUCHO AMOR
Pavo Down vende pavos criados, cuidados y preparados para esta Navidad por personas muy especiales
Desde hace casi cinco años, este pequeño pero bien consolidado equipo de emprendedores se ha encargado de ofrecer una oportunidad de empleo y crecimiento personal a jóvenes con síndrome de Down, con el principal alimento navideño en todo el mundo: el pavo.
Se llama Pavo Down y está liderado por Gabriela y Francisco, papás de Ángel, un joven con esta alteración genética, que los impulsó a crear este negocio para mejorar la calidad de vida de quienes nacen con esta discapacidad.
Y es que en este pequeño negocio, ubicado en la alcaldía Magdalena Contreras, al sur de la CDMX, preparan, envasan y distribuyen todo tipo de productos realizados con pavos que ellos mismos cuidan, miman, engordan y sacrifican en una granja ubicada en el Estado de México.
Gaby
EMPRENDEDORA Quienes nos estaban orientando quedaron fascinados porque vieron potencial para ofrecer una oportunidad a personas especiales"
Puro cariño
Pero… ¿cómo surgió? Antes del año 2016, Gaby y Francisco tenían sus propios empleos, muy distintos y alejados de la creación y distribución de alimentos pero, eso sí, muy entregados a sus hijos, entre ellos Ángel, quien de entre tres varones nació con este síndrome.
Un día, Ángel, a sus 20 años de edad, les dijo a sus papás que ya no quería seguir en la escuela, que deseaba hacer su vida, trabajar, casarse y tener un hijo, como lo hace cualquiera.
Gaby meditó mucho la petición de su hijo y, aunque tenía bastante miedo y preocupación, se aventuró con Ángel a buscar un empleo
para su situación física y mental, pero encontró varias puertas cerradas. Aunque localizaron algunos trabajos para personas con síndrome de Down, no eran óptimos ni viables para ellos.
Fue así que pensaron en alternativas y descubrieron que Ángel podía independizarse y hacer la vida que él soñaba al emprender un negocio.
“Nos tomó algo de tiempo pensar por dónde teníamos que ir. Pensamos en cosas que a Ángel le gustaran; una de ellas fue el cuidado de perros, pero al final no lo vimos seguro. Y un día recordamos que a mi hijo le gustaban mucho los guajolotes y las aves de granja. Así nació Pavo Down”, relató Gaby.
Lento pero seguro
El proyecto tardó en consolidarse un año. Buscaron una granja donde pudieran criar pavos sanos y gorditos con una alimentación saludable, sin hormonas ni estrés cuidados por Ángel y su mejor amigo, Rubén, que hoy ha crecido, y se sumaron Álex, Pepe y Fernando, entre muchos más.