El gemido de la Sirena Sexo cibernético con mi jefecito (Segunda parte)

Hola mis queridos lectores del diario ¡Pásala! Ustedes son mis compañeros de aventura en esto de ‘El gemido de la Sirena’ y hoy les traigo la segunda parte de la anécdota de cómo mi jefe me descubrió y yo a él. Para los que no leyeron la primera parte: al principio de mi carrera hice webcams y en una de esas conexiones eróticas por internet mi papá entró a la sala sin saber que era yo la que hacía el show.

Le apliqué el “tenemos que hablar”, pero no en la sala donde habíamos coincidido, sino ya en privado, como familia que somos. Me dijo que estaba muy avergonzado y que no era la primera vez que entraba a uno de esos sitios de internet a ver mujeres. Entonces le pregunté que por qué lo hacía, aunque la respuesta era bastante obvia.

Me contestó que tenía necesidades como cualquier hombre, que le encantaba ver mujeres en el chat y aquella fue una plática muy incómoda, porque no era algo de lo que acostumbrara hablar con mi papá. De hecho, ni siquiera hablaba tanto con él.

Por un lado lo entiendo, pero trabajando en esta industria sé que siempre hay algo más, y conociéndolo, sabía que algo me estaba ocultando y no sólo a mí

Según él, no le era infiel a mi mamá físicamente, sino que, dijo, sólo le gustaba ver modelos webcam, pero yo no le creí. Yo conozco muy bien a los hombres, sé lo mentirosos que son, pero lo dejé que me mintiera, que me dijera su versión de los hechos.

Luego fui yo la interrogada, porque me exigió que le explicara mis razones para meterme de modelo erótica frente

a una cámara por internet. Yo no le mentí, le dije que fue por situaciones económicas, que se ganaba muy bien desde casa, sin los peligros en la calle, que era dueña de mi propio tiempo y necesitaba juntar dinero para una vida mejor y creo que lo entendió. Mi gran duda era si decirle a mi mamá o guardar el secreto. Yo traía un dilema, no sabía qué hacer, si ser cómplice de este sujeto que era mi papá o empinarlo, porque al final de cuentas no estaba haciendo nada malo, creo que lo comprendo también. Pero era un doble secreto, porque por una parte está la necesidad de mi papá de distraerse viendo chicas en el monitor de una computadora, pero por otro lado está eso de que no le es infiel a mi mamá y no se lo creo. Al final, nunca le dije a mi mamá y yo seguí de modelo. No supe si mi papá seguía con ese fetiche y la verdad nunca quise averiguar más. Lo cierto es que tampoco me lo volví a topar en alguno de esos lugares, pero no dudo que por ahí ande, incluso en OnlyFans. y cuéntenme qué Escríbeme en mis redes sociales se encuentran a un familiar harían ustedes si de repente decirle ¡Todavía estoy a tiempo cercano en un lugar así. el linda enseñanza de que a mi mamá! Les dejo una de así que tengan cuidado mundo es bien pequeño, otro el próximo miércoles con sus acciones. Nos vemos