Provocan pánico en kínder
Niños, maestras y familiares tienen que refugiarse en la escuela al escucharse la ráfaga
Los estudiantes de un preescolar ayudados por sus educadoras y padres de familia tuvieron que resguardarse nuevamente en las instalaciones, luego de escuchar una ráfaga de disparos que se realizaron al aire, a escasos 60 metros del jardín de niños ubicado en la colonia Juárez, en Pénjamo.
Los hombres armados que habían causado los disparos, fueron detenidos más tarde, asegurándoles un arma de fuego y dos vehículos.
PÁNICO TOTAL
“Fue algo muy espantoso, tuvimos que entrar al kínder de nuevo corriendo con nuestros hijos porque nos imaginamos lo peor; ¡ya no se puede vivir así!”, platicó consternada Rosaura, mamá de un menor del tercer año, del preescolar Ignacio Ramírez López.
Las detonaciones se registraron
a las 12:05 del mediodía de este jueves, cuando hombres armados a bordo de una motocicleta y una camioneta blanca pasaron por la esquina que forman las calles Graciano Sánchez y Avenida Ojo de Agua.
El 911, al recibir varias llamadas que alertaban de lo ocurrido, movilizó una decena de elementos de Seguridad Pública.
COMIENZA LA EVACUACIÓN
Mientras tanto, ya estando segura
la zona, el Jardín de Niños comenzó a ser evacuado; entre el terror de los padres de familia, niños y maestros, que decidieron resguardarse en el plantel educativo mientras cesaron las detonaciones.
“Ya no sabe uno si son disparos o son cohetes, esto es de a cada rato; antes sólo era por la noche, ahora ya es a cualquier hora del día. Dios libre la hora en que nos toque una bala perdida”, narró la abuelita de Kimberly.
Los empleados de una tienda de abarrotes tuvieron que cerrar sus puertas por el temor de que alguno de los empistolados se intentara resguardar en el negocio. También los habitantes de los domicilios cerraron puertas y ventanas.
“Fueron como diez disparos los que se escucharon, la verdad ni los conté, porque lo que hicimos fue bajar rápido la cortina y cerrar la tienda, teníamos miedo de que esa gente se fuera a meter a esconderse aquí”, comentó una empleada de la tienda de abarrotes.
Finalmente, los casquillos fueron recogidos por los elementos de Seguridad Pública, sin esperar la intervención de peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía Regional del Estado.
Luego de asegurar las pruebas balísticas, quitaron el acordonamiento y permitieron nuevamente la circulación vehicular y el paso peatonal.