Apoel despide al Athletic
El conjunto chipriota el Apoel liquidó la cuenta con dos golpes al cuadro español. En siete minutos, dos golpes secos. Dos arañazos venenosos. Ni uno más ni uno menos. Como en San Mamés, economizando al máximo la prima de riesgo: tres ocasiones en Bilbao.
El Athletic defiendó mal, en lo colectivo y en lo personal. Increíble que Efrem centrase desde el banderín de corner como si fuera Txetxu Rojo y que Sotiriou rematase de espuela ante el tardío cruce de Etxeita. Más delicado aún fue el penalti de Balenziaga a Gianniotas, que una vez más le pilló la espada al lateral izquierdo rojiblanco. El Apoel tuvo una efectividad monstruosa en esta eliminatoria. Quizás no haya nadie en ninguna competición que en dos partidos haya marcado cuatro goles en cinco ocasiones.
Con el 2-0 en contra. Nadie supo qué hacer con el partido, con la eliminatoria. Faltan muchas piezas en el cuadro del Athletic. Lo que hay no llega para tanto. Ni para eliminar al Apoel. Y por eso el cántaro se rompió con unas pocas pedradas. En Nicosia fue de hojalata.