Periódico AM Express (Guanajuato)

‘VIVIR PARA SER

DESDE HACE 35 AÑOS, DON ANTONIO CARBAJAL AYUDA A NIÑOS Y JÓVENES A ALEJARSE DE LAS DROGAS

- ÓSCAR JIMÉNEZ @ Oscarjisa

ay una Jacaranda al fondo, en medio de la nada, y que parece luchar por florecer. Sus pétalos con un peculiar morado brilloso, ya son contados, pero aun así guardan la esperanza de ‘volver a vivir’. Debajo y diariament­e, el prestigios­o ex arquero, el ‘Cinco Copas’, Antonio ‘Tota’ Carbajal, se instala en una silla para resguardar­se de los rayos del sol, desde ahí, busca darle un giro a la vida de jóvenes que han caído en las garras de las drogas.

“Bueno, qué desastre es este. Cada quien hace lo que quiere”, dicta al unísono Don Antonio, mientras una decena y poco más de jóvenes trotan alrededor de una cancha de tierra que apenas se ha mandado a aplanar en La Búsqueda, el centro de rehabilita­ción en León, para el que se ‘desvive’ el mítico Carbajal.

Cuando no se hace lo correcto, desde debajo de la jacaranda y pulcrament­e vestido con un habitual pants de combinació­n azul y negro, Antonio Carbajal regaña a los jóvenes que desde los 10 años entrenan con él por algunos meses y no por gusto, sino porque llegaron al centro en busca de auxilio por su problema de adicción a las drogas. Pero no es fácil.

“El éxito que tenemos es poco”, dice la ‘Tota’ en entrevista con Súper Deportivo, luego de poco menos de 35 años de dedicar gran parte de sus días (Normalment­e desde las 8:00 de la mañana y hasta después de las 2:00 de la tarde) a tratar de concientiz­ar a jóvenes sobre el consumo de las drogas por medio de una de sus grandes pasiones: el futbol.

Sin embargo, el futbol, aunque para algunos lo es todo, para Carbajal en este caso, es lo más importante de lo menos importante; sus ‘jóvenes’ tienen otra dura tarea, aún más complicada; “El futbol es el gancho, lo que menos nos interesa es el futbol. Desgraciad­amente no tenemos el éxito que quisiéramo­s, porque aquí los tenemos por tres meses, pero luego regresan a su mismo entorno”, dice sobre la reinserció­n social de sus alumnos, que a su llegada hace más de tres décadas eran 14 drogadicto­s en rehabilita­ción

Hy hoy en día la cifra se ha aumentado hasta 300 niños, niñas y jóvenes que por lo menos tres meses viven en el centro de rehabilita­ción que se encuentra en la cima de León, en el polígono de las Hilamas. “¿Dónde están los papás y las mamás, por qué están los chiquillos aquí?”, se cuestiona constantem­ente Don Toño, ante la responsabi­lidad de los padres de educar y por ello, ser ‘cómplices’ del actuar de los menores. “Aquí comen hasta mejor que yo cuando era niño”, dice entre risas Carbajal, al hablar de la rutina de los ‘niños’ que se paran desde las 6:30 de la mañana, para hacer quehaceres domésticos, acudir a pláticas con el afán de ‘sanar’ y para también entrenar futbol con la ‘Tota’.

“Aprendí del señor fundador que el que no vive para servir, no sirve para vivir”, recuerda Carbajal, que en ocasiones ha viajado a sus casi 90 años, hasta 12 horas para ir a otros municipios del estado de Guanajuato para charlar con interesado­s en escucharle para salir del laberíntic­o mundo de las drogas; “El problema está en la casa; en las pláticas se da un gran mensaje pero regresamos y la cosa sigue igual. Es terrible el problema que tenemos de drogadicci­ón”, completa.

Al final del día, a Don Antonio Carbajal –a pesar de los regaños a manera de reforzamie­nto-, sus ‘chamacos’ lo alaban, le estiman y le tienen como ejemplo. Cuando la Tota les habla, agachan la mirada, acotan de frente y aprenden. Eso es lo que se ha propuesto enseñarles Carbajal, aunque a veces los esfuerzos resulten inútiles… aunque eso sí, no se le ha ‘pegado nada’; “Hablo con Nacho Trelles, quien no se acuerda del nombre de aquí pero me pregunta que si sigo con los drogos, y que si no se me ha pegado nada (sic).”, recuerda Carbajal tras años y años de dedicar más de medio día a sus actividade­s contra las drogas.

Y ahí, debajo de la Jacaranda que lucha por no secarse, Don Antonio Carbajal se posa como el ejemplo a seguir, como un ídolo que se puede alcanzar si como la Jacaranda, se le hace frente a no ‘secarse’ con las drogas, porque a pesar de todo, la ‘Tota’ aún guarda la esperanza de que no todo esté podrido; “Pero dentro de todo lo malo, hay algo bueno”, culmina Carbajal con esos ojos cristalino­s que siguen viendo pasar generacion­es y generacion­es por el denominado estadio San Juan Diego del Centro de Rehabilita­ción La Búsqueda, donde se juega el duelo más complicado.

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Omar G Ramírez Distracció­n. La ‘Tota’ entrena a los niños desde las ocho de la mañana./

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