Periódico AM Express (Guanajuato)
UNA CARRERA CON ESTILO DE VIDA
“Pato” Palma, fue parte de la época romántica del atletismo guanajuatense
Integrante de la “barredora”, como era conocido el Club San Diego de los sesenta y setenta, José Luis Palma, llegó a ser importante corredor en esa época del atletismo guanajuatense.
Ganador de carreras de novatos y con buenos resultados en justas del estado y otros como Querétaro, Aguascalientes y Michoacán, al ser parte de ese inolvidable equipo San Diego que arrasaba e imponía respeto donde se presentaban.
“El Pato” Palma, como era conocido en el medio, por su forma de correr, vecino de la Calzada de Guadalupe, inició como todo chico de esa época en las carreras, de la escuela.
“Yo estaba en la escuela del Sol y competíamos en las carreras contra el Internado, que tenía alumnos de otros lugares y mi primer carrera fue a invitación de Mario Barrón (actual comandante de Bomberos), fue del Pípila a la Presa, ida y vuelta, y la gané, tenía unos 11 años, pero eran unos 8 kilómetros”, recordó.
Luego ingresó a las carreras de novatos y llegó a ganar, como la del 5 de febrero de 1970, de la cual se conserva la hoja de resultados, con Juan Gutiérrez y Enrique Sánchez, en segundo.
“El Pato”, fue contemporáneo de glorias pioneras del atletismo de esta ciudad, como Uriel Fonseca, Carlos Mosqueda y el que es considerado para muchos el padre del atletismo en esta capital, Cristino González.
Como buen atleta de esa época el máximo reto para medir su capacidad y ante los mejores atletas del país, era la Carrera de Los Barrios, de León, y en la edición 18 del año 1971, llegó entre los 20 mejores, con cerca más de 300 participantes del país.
En esa época aún corría por el club CNOP y fue invitado por el capitán del club San Diego, Roberto “La Gacela” Pérez. Pasó a hacer equipo con atletas de la talla de Armando Almaguer, Juan Vázquez, “Garras” Manríquez Gabriel Montero, entre otros.
Su carrera no fue muy larga, al entrar a trabajar en un banco de la ciudad donde hizo otro tipo de carrera, tal vez más brillante. De mozo llegó a ser gerente por muchos años, hasta su retiro.
“Había que trabajar, ya que es difícil vivir del atletismo, pero si muriera y volviera a nacer, corredor volvería a ser”, sentenció.
A la distancia el “Pato Palma”, también recordó las palabras de su madre: “Ponte a trabajar, le vas a dar de mordidas a los trofeos cuando te cases”. Dejó joven las carreras y optó por su empleo que la ha dado para vivir.
JOSÉ LUIS “PATO” PALMA, ATLETA GUANAJUATENSE
“Era la época que corríamos por un trofeo y así íbamos a otras ciudades y estados por ese gusto o como cuando nos premiaban en Aguascalientes, con una bolsa de uvas y una botellita de vino tinto o en La Aldea, en Silao, con una caja de jícamas. Esos eran tiempos bonitos del atletismo, ahora todo es por dinero”