Periódico AM Express (Guanajuato)
Una tormenta los detiene
La finalísima entre Boca Juniors y River Plate quedó a merced del pronóstico del tiempo.
El primero de los duelos entre los clásicos rivales en una inédita final de la Copa Libertadores que debía jugarse este sábado en el estadio la Bombonera fue postergada un día debido a una tormenta de lluvia que azota Buenos Aires. Las condiciones climáticas al parecer no van a mejorar por lo que no es seguro se dispute hoy.
“Yo no voy a abrir la cancha si no está la garantía de que se juega”, avisó el presidente de Boca, Daniel Angelici, quien no ocultó su fastidio por la demora que se tomó la Conmebol para suspender el encuentro pese al temporal de lluvia que comenzó en horas de la mañana en la capital argentina y todavía continuaba.
La entidad rectora del futbol sudamericano oficializó la decisión luego de una recorrida de la terna arbitral, encabezada por el juez chileno Roberto Tobar. Cuando patearon la pelota para probar las condiciones de juego, la pelota se atascó varias veces en los charcos que se formaron en el césped, y mientras caminaban, sus botines se sumergían y salpicaban agua.
El anuncio de la postergación del partido se produjo con varios miles de hinchas en la tribuna y otros tantos en los alrededores del estadio.
“No podemos hacer lo mismo que hoy”, apuntó Angelici en diálogo con periodistas. “Yo comparto la decisión de la suspensión porque no se podía jugar, pero se debió tomar antes. Hay gente que vino del interior (del país), que tuvo que hacer grandes esfuerzos para trasladarse. Eso no puede volver a suceder mañana (por domingo). Al mediodía tiene que saberse”.
El servicio meteorológico no pronostica una mejora hasta el lunes. Por ello no se descarta que la primera final pase para el sábado 17 de noviembre y mantener la fecha del 24 para la revancha en el estadio Monumental de River. Los cánticos en favor de Boca se fueron disipando con la lluvia.