Reciben a el patrono

De fiesta con llegada de las reliquias del abogado de los transportistas

Feligreses de Guanajuato capital conmemoran el 500 aniversario de la llegada de los Franciscanos a México y como parte de las actividades de este festejo recibieron las reliquias del Beato Sebastián de Aparicio, patrono de los transportistas.

Originario de la Gudiña, España, a la edad de 31 años se embarcó a América y arribó al puerto de Veracruz, en la Nueva España (México) en donde fue ampliamente conocido por sus buenas acciones y sobre todo por las carreteras que impulsó a construir.

Dotado de un ingenio natural poco común y de una amplia visión, Sebastián tuvo la idea de adaptar el camino de México a Veracruz para facilitar el tránsito por las carreteras.

Fue gracias a sus gestiones ante la Real Audiencia de México que se logró habilitar un camino que conectó la ciudad de México con Zacatecas, acceso que impulsó con el objetivo de generar prosperidad y progreso para los ciudadanos de Zacatecas, región en donde comenzaban a explotar yacimientos de plata.

Así lo compartió Fray José

Jun Herrera Páramo, miembro de la comunidad Franciscana en Guanajuato capital, quien apuntó que es un día de fiesta al recibir las reliquias del abogado y protector de los conductores de los medios de transporte y conocido por iniciar con los caminos en México, en particular la Carretera Panamericana.

Como Franciscano continuó trabajando por su comunidad

hasta que ya no pudo más y a la edad de 98 años, en el año 1600, falleció y su cuerpo permanece incorrupto al interior de una urna que está de San Francisco de Asís en la ciudad de Puebla.

Por ello en Guanajuato capital la comunidad feligresa y los franciscanos recibieron este jueves la reliquia del Beato, la cuerda con la que ataba su túnica franciscana.