Periódico AM Express (Guanajuato)
Tenis les ‘dan en la torre’
El uso de este calzado provoca que boleros no tengan mucho ‘jale’; el cambio de oficinas de Gobierno también
Cada vez hay menos boleros en Guanajuato capital, la mayoría de las personas que aún ejercen esta noble labor ya son adultos mayores, que con el paso de los años ya no pueden continuar trabajando o han fallecido.
Raymundo Granados Sandoval, bolero desde hace 65 años en esta ciudad, compartió lo anterior y señaló que muchos de sus compañeros de oficio se retiraron y buscaron un empleo con ingreso fijo durante el periodo de pandemia de COVID-19 ya que por las restricciones no había trabajo y tras mejorar la situación de salud, optaron por ya ejercer el oficio.
Don Raymundo platicó que para el gremio fue devastador que hayan cambiado el Congreso del Estado fuera de la ciudad, la clínica del IMSS que estaba en calle Cantarranas y resaltó que actualmente la opción más grande y casi única que les queda es con los trabajadores de Presidencia Municipal y personas que visitan este lugar.
“Nos empezó a impactar mucho negativamente cuando empezaron a quitar todas las secretarías de Gobierno, por ejemplo, aquí antes estaba el Seguro Social (IMSS), el banco, la Secretaría de Educación del Estado y del municipio; entonces empezaron a sacar todo y es mucho muy difícil porque ya no más nos queda Presidencia Municipal”, dijo.
TENIS ‘LES DAN EN LA TORRE’
Añadió que “casi ni eso porque por lo menos el 90% de personas usa tenis”.
Además destacó que, a diferencia de hace una o dos décadas,
ahora la gente suele usar por comodidad más tenis que zapato “del que si necesita su boleada”.
Recordó que él comenzó a
desempeñar el oficio de bolero desde los 10 años de edad, mismo que aprendió, al igual que sus hermanos, de su padre a quien conocían entre los capitalinos como “el famoso Chon que se codeaba con muchos gobernadores”.
Comentó que en esa época, en sus años de juventud, había más de 20 boleros que se distribuían en distintos lugares y todos tenían trabajo, pero con el paso de los años se fueron acabando y con ello también ha ido mermando el interés por el oficio, pues reconoció que las nuevas generaciones buscan otras acti
vidades mejores en todo sentido, sobre todo mejor pagadas.
EXTRAÑAN LOS BAILES DEL DÍA DEL ESTUDIANTE
Raymundo Granados exhortó a la población a no dejar morir este noble oficio en la capital, que lo conozcan y aprendan, pero sobre todo que se den una vueltecita al Jardín Unión, en el Centro, para que les sigan generando trabajo o bien que lleven sus zapatos en bolsas para que se les den una lustrada.
“Parte de la juventud de antes se venía a bolear, pero ya no es igual. Antes cuando era el baile del estudiante era la una de la mañana y todavía estábamos boleando, pero antes eran bailes del estudiante, eran todos de gala y de punta a pa; ahora no, ahora todos los hacen con tamboreras”, rememoró.
Se los quisieron llevar al nuevo Congreso
Compartió que una licenciada, de quien dijo saber que era encargada del Congreso, pero de quien no recordó el nombre, los invitó a que se fuera a instalar afuera del nuevo Congreso del Estado.
“Pero pues no nos convenía”, pues dijo que los diputados y/o funcionarios mantienen la costumbre de bolear sus zapatos como antaño.
Apuntó que para el gremio de boleros instalarse en el Congreso, alejados del Centro, representaba pérdidas pues sus demás clientes, ya no los encontrarían y eso, sostuvo, no les convenía pues los políticos que necesitan lustre en sus zapatos se los envían en bolsas “y así no perdemos”.