Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)
Luto y desolación
La mañana de ayer las calles de la colonia Arandas lucieron desoladas. Eran pocos los trabajadores de distintos comercios los que abrieron y continuaron con sus actividades, sin embargo, el luto en varios hogares podía percibirse y la solidaridad de los vecinos no se hizo esperar para las familias que habían perdido a un ser querido en el ataque.
Tal es el caso de la señora Virginia Acosta Medina, quien es tía de Marco Antonio Castillo Acosta, de 32 años, una de las 26 víctimas del ataque relató que el anexo tenía al menos dos años en funcionamiento y unas 40 personas recluidas.
Relató que cerca de las 11 de la noche de ayer tuvieron que ir al Semefo de Irapuato a reconocer a sus hijos, sin embargo, armado al anexo de Arandas. Marco tenía apenas 2 meses de haber ingresado a rehabilitación por el consumo de drogas, sin embargo, hoy la familia llora su pérdida y siguen sin creer cómo sucedieron los hechos. “A mi sobrino lo ingresaron porque recayó. Él (Marco) le decía a su mamá que se sentía muy mal y le pedía que lo metiera al anexo, pero como ya lo habían metido en otras ocasiones al mismo lugar, siempre salía y recaía. Pero en esta ocasión, él solo volvió a ingresar y ya no se quiso salir. ¡Dijo que quería componerse!”, platicó Virginia Acosta. fueron notificados que debido a la capacidad de las instalaciones, que se vio rebasada, dos de sus hijos fueron llevados a Celaya y en las próximas horas esperan que les sean entregados los cuerpos para velarlos en su hogar.