Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)
Hablemos del ruido
Entre los estudios que se deben presentar para la obtención de la licencia de uso de suelo está el de compatibilidad urbana, como su nombre lo indica este estudio debe utilizarse para determinar que el negocio que se pretenda establecer es compatible con el entorno urbano y evitar problemas posteriores con los vecinos, ya sea por el olor a solventes o por el ruido que se tiene en los talleres llamados picas, que en la ciudad de la desconfianza han crecido de manera incontrolada, por la incompetencia de la Dirección encargada de regular esto y que se denomina Desarrollo Urbano, pero también la de Medio Ambiente y Ecología, ya que se requiere el visto bueno de esta dirección para que se otorgue la licencia de uso de suelo.
La falta de convenios de municipalización de funciones, da el pretexto perfecto para que Ecología se lave las manos para poder intervenir en este tipo de conflictos, dejando todo en manos de la Procuraduría Ambiental Estatal y ya sabemos que esta dependencia no resuelve nada. Con todo esto quien viene a pagar los platos rotos es la ciudadanía que ve mermada su calidad de vida por el ruido, contaminación del aire y fuerte olor a solventes. Agréguele a esto la proliferación de autos con equipos de sonido a todo volumen que nadie controla.
Los sonidos indeseados constituyen el estorbo público más generalizado en la sociedad actual y es más que un estorbo. El ruido es un peligro real y efectivo para la salud del pueblo. De día y de noche, en la casa y en el trabajo, en la calle en el recreo, dondequiera que estemos, el ruido puede ocasionarnos serias tensiones físicas y emocionales. Nadie es inmune al ruido aunque aparentemente nos adaptamos a él ignorándole, la verdad es que el oído siempre lo capta, y el cuerpo siempre reacciona, a veces con extrema tensión.
La molestia que demostramos cuando nos topamos con ruido desagradable es el síntoma exterior más común de las tensiones que se crean en nuestro interior y de hecho, ya que la irritabilidad es un síntoma tan notable, los legisladores a menudo la usan como criterio para medidas de control de ruido.
Otros peligros más serios causados por el ruido han sido menos atendidos quizás por ser más sutiles. Pero debemos estar atentos a las molestias que el ruido nos ocasiona, pues pueden augurar otros males físicos y emocionales.
Los principales males causados por la exposición a ruido son: la interferencia en la comunicación, la pérdida de la audición, la perturbación del sueño y el estrés.
Aunque no se cuenta con pruebas que lo confirmen, se cree que la interferencia en la comunicación oral durante las actividades laborales puede provocar accidentes causados por la incapacidad de oír llamadas de advertencia u otras indicaciones.
Entre los peligros a la salud causados por el ruido, el más notable suele ser la pérdida auditiva. La pérdida auditiva ha sido científicamente observada, medida, y establecida con un efecto de los impactos sonoros excesivos.
La pérdida de la audición puede ser permanente o temporal. El desplazamiento temporal del umbral inducido por el ruido representa una pérdida transitoria de la agudeza auditiva, sufrida después de una exposición relativamente breve al ruido excesivo.
El desplazamiento permanente del umbral inducido por el ruido constituye una pérdida irreversible causada por la exposición prolongada al ruido.
El ruido puede provocar dificultades para conciliar el sueño. Algunos estudios han indicado que la perturbación del sueño se manifiesta cada vez más a medida que los niveles de ruido ambiental sobrepasan los límites de serenidad.
Hay otros efectos más difíciles de establecer. Se cree, por ejemplo, que en algunas personas la tensión de un ruido puede aumentar su susceptibilidad a contraer infecciones y otras enfermedades. Para otras personas aún más susceptibles, los ruidos podrían ser un factor agravante en enfermedades cardiacas.