Periódico AM Express (San Francisco del Ricón)
Las mentiras
La verdad es que todos mentimos de vez en cuando. Mentiras pequeñas y piadosas, omisiones para evitar mostrar más de lo debido, y si, hasta los atentados más fuertes para confundir son todos ejemplos de cómo las mentiras pueden inmiscuirse en la comunicación de todos.
Pero, las mentiras pueden tener serios impactos. Ellas pueden destruir relaciones, mermar la confianza, y causar un caos en nuestra vida personal.
La buena noticia es que nosotros podemos dejar de mentir. Esto no será fácil, y puede llevar tiempo, pero el deseo de no mentir puede ser suficiente para superar la tentación de continuar con malos comportamientos.
Las mentiras generan problemas, se convierten en habito sin razón. Las mentiras son excusas para proteger a otros de la verdad. Muchos hasta fabricamos historias sobre las personas o eventos para encubrir la verdad. Y nuestras historias pueden trascender cuando otros hablan de nuestras mentiras. Las personas que nos conocen mejor pierden la confianza en lo que decimos. Podemos perder nuestra identidad porque las mentiras pueden acarrear serias consecuencias, como la perdida de una amistad, trabajo, u otras oportunidades.
El mentir es un comportamiento más común de lo que pensamos, y todos mentimos. Entonces, es importante reconocer que las personas son por lo general calladas con la verdad y fabricantes de mentiras.
Es difícil estimar la frecuencia en que las personas mentimos porque seguramente vamos a mentir al responder si mentimos o no. Pero, son pocas las personas que mienten para todo y a todos.
Las investigaciones para detectar a las personas que mienten frecuentemente afirman que los resultados no son reales. En un estudio se generaron dudas sobre la verdad plasmada de los participantes; estos, al verse descubiertos, mintieron aún más.
Entonces, si nosotros nos reconocemos mintiendo más de lo normal, existen grandes probabilidades de que este comportamiento deshonesto afecte diferentes áreas de nuestra vida.
Si nosotros estamos tratando de ser más honestos en nuestras comunicaciones, es bueno entender que tipo de mentiras estamos diciendo y porque, para empezar.
Tenemos unas áreas que son más comunes cuando de mentiras se trata: opiniones y sentimientos, lo que hacemos, planes y a donde vamos, nuestros logros, conocimientos y errores, justificar nuestro comportamiento, la realidad de que es lo que poseemos.
Las mentiras se pueden diferenciar en dos tipos. Las mentiras prosociales son pequeñas para evitar conflictos y proteger sentimientos. Las mentiras antisociales son intencionales para desviar o confundir a los demás para que ellos no avancen.
Las mentiras prosociales pueden promover armonía mientras que las mentiras antisociales nos llevan a una mayor fragmentación del tejido social.
Nosotros podemos considerar como es que las mentiras están afectando nuestra vida. Vamos a ser honestos para detectar como nuestras mentiras afectan a otros y a nosotros mismos.
Si nosotros mentimos por beneficio personal o para manipular a otros, nosotros seguramente vamos a experimentar un descenso en la calidad de nuestras relaciones.
En algunas situaciones es entendible el no decir la verdad o el mentir. Pero no sabemos si no decir la verdad ayuda en realidad.
Si no sabemos cómo detenernos para no mentir, nosotros podemos considerar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudar a determinar las razones detrás de las mentiras.
Hacer cambios no es fácil. Todos cometemos errores que podemos rectificar para seguir adelante, tratando de cultivar un mejor futuro. Los beneficios de la honestidad son vastos y nos llevan más fácilmente a lograr mejores relaciones sociales y a un grado mas alto de autenticidad. Namaste.