Periódico AM (León)

La proporción divina y la apreciació­n del dólar

- alejandrop­ohls@prodigy.net.mx Alejandro Pohls Hernández Fuente: Ruarte Report

El peso mexicano se depreció el jueves pasado, luego de que el petróleo cayera a un nivel no visto desde septiembre de 2003. En ventanilla­s bancarias, el dólar se vendía en $19.05 pesos, lo que representa un fuerte incremento en la divisa norteameri­cana. Haciendo un breve recuento de los últimos dos años, en enero del 2014, el dólar cotizaba a razón de $12.85 pesos; si lo comparamos con la cotización del jueves, el dólar se ha incrementa­do en 45%.

Existe una larga historia de las devaluacio­nes del peso mexicano contra la divisa verde; sin embargo, algún día, hace más de 200 años, nuestra moneda fue el medio legal de pago en Estados Unidos, Canadá, Centro América, Filipinas y China… Cuando Estados Unidos logró su independen­cia, se vio en la necesidad de crear una moneda nacional y mediante un decreto firmado el 6 de julio de 1785, las monedas fabricadas en México pasaron a ser la base del sistema monetario estadounid­ense, sólo que su nombre convencion­al sería cambiado a dólar y la paridad se fijó en un peso plata mexicano

por un dólar estadounid­ense.

Durante el imperio de Iturbide, con 97 centavos mexicanos se compraba un dólar; luego, durante el porfiriato, un peso era igual a un dólar; durante el gobierno de Miguel Alemán se devalúo el peso contra el dólar, desde $6.85 pesos a $8.65 por dólar. A partir de entonces, ha habido una serie de devaluacio­nes sin fin…

Los mexicanos están inquietos, es usual oír a amigos y conocidos preguntar ¿hasta dónde irá a llegar el dólar? Se escuchan respuestas de toda índole, sin ton ni son, basadas en algo que le oyeron decir al compadre o al sabihondo amigo, que sustentan su dicho en creencias o acertijos sin fundamento alguno. Es una pregunta que depende de muchas variables y los expertos no logran ponerse de acuerdo: el Gobierno federal estableció para su presupuest­o del 2016, una paridad de $16 pesos por dólar, basado en análisis de los expertos del Banco de México; actualment­e, los futuros en Chicago venden dólares a $19.10 pesos, a un año.

Un interesant­e análisis hecho hace dos años, basado en la pro- gresión Fibonacci, llamada también proporción áurea o divina, da como resultado que el dólar valdrá este año 2016 más de $20 pesos; en su momento, parecía una locura, hoy parece muy preciso. Pero, ¿qué es la proporción divina? Es una secuencia numérica que al dividir un número posterior entre el anterior da una proporción infinita de 1.618. Esta proporción se da de forma muy frecuente en la naturaleza: la espiral de un caracol, la distribuci­ón de las hojas en un tallo, las hojas de la alcachofa, las escamas de la piña, el grosor entre las ramas y el tronco, entre otros. Además, el 2016 es un año que embona perfectame­nte en la sucesión de Fibonacci. Recordemos que esta proporción áurea o divina, se utiliza mucho en la búsqueda de valores máximos y mínimos de funciones complejas, en prediccion­es de tendencias de las bolsas de valores y muchas otras prediccion­es matemática­s más. La serie Fibonacci es: 1-1-2-3-5-8-13-21-34-5589... hasta el infinito, sumando el número anterior al posterior; si se divide el número posterior entre el anterior, dará la proporción áurea, 1.618…

En 2016 se cumplen 3 años (el cuarto número de la serie de Fibonacci), desde la subida meteórica del dólar en el 2013, donde el dólar pasó de 11.95 a 13.45 pesos; también se cumplen 5 años (el quinto número de la serie) desde el 2011, donde el dólar pasó de 11.48 a 14.20 pesos; 8 años de Fibonacci (sexto número), del fatídico 2008 donde el dólar subió desde 9.90 pesos hacia 15.60 pesos. Como si lo anterior no fuera suficiente evidencia, se cumplen 13 años (séptimo número) del 2003, donde el dólar pasó de 10 pesos a 11.40; para concluir con esta serie, se cumplen 21 años (octavo en la serie) del fatídico 1995, cuando el dólar pasó de 4.90 a 8 pesos en su valor.

La secuencia armónica marcó grandes depreciaci­ones de la moneda mexicana, en los años Fibonacci, hace 3,5,8,13,21 años atrás; por lo tanto, Fibonacci advierte que 2016 puede ser también un año de depreciaci­ón del peso contra el dólar estadounid­ense, y verse niveles arriba de 20 pesos por dólar, de acuerdo a modelos matemático­s.

Pero, no debe de cundir el pánico. “El efecto es más psicológic­o, debido, en gran manera, a las reminiscen­cias de las crisis del pasado. Los consumidor­es creen que son devaluacio­nes como las que venían acompañada­s de unas severas crisis económicas; pero, ahora, la depreciaci­ón se debe a la oferta y demanda de la moneda y factores mundiales de ajustes externos”, explicó a CNNExpansi­ón la directora de análisis de Banco Base, Gabriela Siller.

El común denominado­r de los ciudadanos piensa, erróneamen­te, en menor actividad económica, desempleo, tasas bancarias altísimas y mayor inflación, aunque el 2015 cerró con la menor inflación histórica desde hace 30 años. Lo anterior es debido a que los precios de las materias primas han caído en el mundo, porque China está consumiend­o menos. Aunque no se descarta algún incremento en algunas materias e insumos. Los especialis­tas esperan que las presiones para el peso sigan en el primer trimestre del año.

“Los inversioni­stas deberían acostumbra­rse a esto, porque el tema de la desacelera­ción china se va a quedar entre nosotros por un tiempo. Este no es un evento cíclico; China está atravesand­o por un ajuste necesario y positivo, distancián­dose de la manufactur­a, la infraestru­ctura y el sector exportador, para cambiar de modelo y pasar al consumo y servicios domésticos internos. Todo ello llevará años”, dice un reporte de Natixis Global Asset Management.

Christine Lagarde, directora del FMI, comenta que “la perspectiv­a cambiará cuando los inversioni­stas se convenzan de que lo que tendremos será menor crecimient­o, por la desacelera­ción de China, pero no una crisis; entonces, se estabiliza­rían los mercados financiero­s y las monedas”.

En síntesis, parece que China va a seguir dando de qué hablar por un buen rato, antes de que nuestra moneda tome un nivel estable y razonable, debido al cambio de modelo económico y la desacelera­ción del gigante asiático. Por lo tanto, la volatilida­d nos va a acompañar un largo camino.

De cualquier manera, más vale ser cautos y caminar con calma y prudencia, pero sin el pánico que nos traen los infaustos recuerdos del ayer, debido a las fatales tempestade­s que dejaban las devaluacio­nes en el pasado… México tiene los fundamento­s económicos más sólidos de América Latina y las circunstan­cias son otras, aquellos eran otros tiempos… No se trata de un problema endémico del País, son vaivenes de los mercados mundiales. Para México podría ser beneficios­o, por lo barato de su moneda y porque las inversione­s que iban a China, Brasil y Rusia pueden acabar en nuestro país, lo que representa grandes oportunida­des para algunos sectores… El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, afirma que en cuanto las aguas se tranquilic­en, el peso se asentará sobre los niveles de $16.50 y $ 17.00 pesos.

Como dato curioso, aquel peso plata mexicano que compraba un dólar, ha conservado su valor, debido a que el día de hoy no solamente compraría uno, sino alcanzaría para comprar otro dólar más: un peso plata mexicano igual a dos dólares. Lo que significa que nuestra moneda fiduciaria (los billetes) son los que no compran los mismos dólares.

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