Lucha por sus cuatro hijos
Valeria Rosas Loza tiene tres hijos y espera al cuarto con seis meses de embarazo, ella trabaja por las mañanas vendiendo casas y por las tardes recoge a los niños en la guardería del Seguro Social para llevarlos a casa.
Hace de comer, limpia la casa, lava la ropa y les ayudar con sus tareas; al día siguiente repite la misma rutina.
Valeria tuvo su primer hijo a los 15 años y en ese entonces la idea de mantener a su propia familia le causaba inseguridad.
“Han sido relaciones estables, dentro de lo que cabe, pero que han fracasado; mi hija que tuve a los 15 estaba en preparatoria, me preocupé mucho por el hecho de cuidarla sola, pero mi mamá es igual soltera y de ella tomé la fuerza para salir adelante”, comentó.
Actualmente Valeria está acostumbrada al ritmo de vida que lleva y no duda de sus capacidades como mamá o como empleada, aunque considera a la familia y amigos un apoyo fundamental para poder salir adelante.
“Hay que ser versátil, prácti- ca y rápida, vas formando un ritmo y una dinámica; no hay rutinas pero debes tener orden, es muy complicado todavía con los ingresos económicos”, explicó.
“Siempre vi a mi mamá muy fuerte, muy luchona, siempre fue un pilar fundamental para mí, al igual que mis hermanos que siempre me han apoyado; maestros y amigos también, por todos ellos no puedo rendirme y tengo que seguir trabajando”, dijo la joven madre.
Con el paso del tiempo, y con toda la responsabilidad a cuestas, las mujeres se ven orilladas a trabajar para obtener un soporte financiero, en las labores de casa y al mismo tiempo cuidando a los niños, es la situación común.