Usan cannabidiol pese a restricción
Cinco niños y un adulto con epilepsia consumen aceite de cannabidiol bajo la supervisión de Saúl Garza Morales, neurólogo pediatra que trata a Graciela Elizalde, la niña regia de 8 años, quien sufre el síndrome de Lennox-Gastaut.
En su participan en el foro “Cannabis, usos medicinales e industriales en México”, el jefe del departamento de neurociencias del Instituto Nacional de Perinatología, informó que atiende a cinco niños entre 2 y 12 años que toman cannabidiol para controlar sus crisis epilépticas.
“Las familias están corriendo riesgos, están teniendo contacto con gente que no sé qué tan buenos escrúpulos tengan, pero no lo están comprando en una farmacia, lo están consiguiendo por ahí a media noche, traído de no sé dónde y no sé cómo, pero estas familias buscando el beneficio de sus hijos, están dándoles cannabidiol a los niños”, compartió.
La dosis que el neurólogo pediatra prescribió a los niños es de 5 miligramos por kilogramo de peso al día.
En el caso del adulto, Garza compartió que el paciente adquirió el aceite de cannabidiol en Estados Unidos y la introdujo al País sin declararlo.
“El muchacho es un exitoso empresario y va por la vida sin que nadie vea que trae un cigarro electrónico abajo de la chaqueta, porque él tiene que fumarla dos veces al día, bajo prescripción”, dijo.
Aunque reconoció que los casos de seis personas no tienen el peso de un estudio clínico, Garza destacó que las crisis epilépticas han disminuido en todos los pacientes entre 40 y 100 por ciento con el uso de cannabidiol.
Sobre los efectos indeseables del tratamiento, mencionó que los pacientes sólo han experimentado aumento en la salivación y el apetito.
Garza urgió en entrevista a establecer un mecanismo legal que permita a los pacientes con epilepsia refractaria y sus familias importar cannabidiol de manera segura.
“Estamos tratando de sensibilizar a las autoridades de que esto es una necesidad médica y de que las personas que lo necesitan lo están consiguiendo por sus métodos.
“Si hubiera un mecanismo seguro, legal, por donde pudiéramos traer estas sustancias, que sabemos que se están usando en otros países, resolveríamos una condición de vulnerabilidad de estos niños y sus familias”, subrayó.