Con una sonrisa... rumbo a los tribunales
Las últimas sesiones del Ayuntamiento anterior eran ríspidas, ya no había consenso ni alianza PRI-Verde.
La situación era incluso de priistas contra priistas, la fractura era evidente y así, con grupos y fuego amigo, salieron de la Sala de Cabildos.
La misma en la que entraron ayer: juntos pero no revueltos, a escuchar como los inhabilitaban por un año.
Desde el Hotel León salió Bárbara Botello acompañada de su amiga, la ex regidora Verónica García Barrios.
En su camino a Presidencia Municipal se topó con el ex regidor Aurelio Martínez Velázquez, fue el reencuentro con fotografía incluida, tras una ruptura política y amistosa.
En la casa municipal ya sabían que irían los ex servidores públicos y hasta integrantes del área de Función Edilicia estaba nerviosos.
La primera fila de asientos para el público estaba ya ocupada, pero todos los que estaban se levantaron,
Ahí sin titubear se sentó la diputada, a un costado estaba el dirigente municipal del PRI Denny Méndez Pérez, también viejo conocido, fue Director de Gobierno.
En la mesa de decisiones hubo una que otra risa burlona de los panistas, pero el alcalde Héctor López Santillana pasó de la sorpresa a tener el rostro rojo, esbozar una mueca de disgusto y después a aferrarse a su vaso de agua como para tomar aliento.
Del otro lado de la sala estaban de pie Alejandro Kornhauser Obregón, ex regidor y Eugenio Martínez Vega, ex síndico, quién enseguida se acercó a Juan Manuel Jiménez, que coordina Función Edilicia, para pedirle propusiera que se votara su participación: no pasó.
La tensión era evidente. Entonces llegó la propuesta de sanción, así como las posturas de quienes ayer veían y hablaban en tono retador, los regidores Norma López Zúñiga, Sergio Contreras Guerrero y Salvador Ramírez Argote.
Por cada dardo de Ramírez Argote, había una risa de Botello que saludaba a distancia a muchos de los presentes.
Pero así estaban todos; Kornhauser, abogado de profesión, en cada intervención del Secretario de Ayuntamiento, Jesús López Gómez, hacía un gesto o se quejaba con Martínez Vega.
“Chachis” en cambio permaneció parado en la última fila de sillas del cabildo, atento al debate, así como a la disculpa que dio el regidor Jesús Vázquez por votar a favor de su sanción pese al cariño que hay entre sus familias.
Fuera de la regidora Norma López Zúñiga, nadie se había dirigido a la ex alcaldesa, hasta que Carlos Medina lo hizo.
“Si es suficiente o no la sanción para estas personas, sino incongruente me parece que estas conductas que deberían de seguir con mayor profundidad...”, pero dos intentos de gritos lo interrumpieron. -¡Fobraproa!, dijo Botello. -¡Corrupción!, secundó Aurelio Martínez.
“Qué bueno que la veo aquí señora, porque yo creo que debería de ser respetuosa si estuvo como Presidenta, debería ser respetuosa y guardar silencio”. Botello le agradeció.
Pero hasta en dos ocasiones le volvió a recordar Bárbara la deuda pública por la que él voto siendo diputado. ¡Fobaproa!, insistió Botello. “Señora, por favor”, demandó Medina.
Aquello ya no era una sesión, se transformó en la reunión de los ex compañeros de Ayuntamiento, a quienes los presentes, sobre todo trabajadores municipales, se acercaban.
Y como entraron salieron, dejando un ambiente tenso, caras largas, molestas y con una sonrisa a la oposición.. sonrisa que tendrán que trasladar a los tribunales para impugnar su inhabilitación.