Tiempo de libros y lecturas
Periódicamente suelo comentar a los amables lectores diversas lecturas de obras que por varias razones llegan a mis manos, aunque en su mayoría obsequios de amigos, clientes, ex alumnos y colegas. Durante el último semestre he podido deleitarme con varios obsequios entre ellos, empezaré por el último.
1.- El Maestro y Ministro en retiro, don Miguel Montes me entregó el texto “Mi última defensa”, de la autoría del abogado prestigiado don Jesús Zamora Pierce (Editorial Porrúa, febrero de 2018). En esta breve obra de 146 páginas el autor dedicado al litigio en materia penal, relata paso a paso el último caso jurídico que aceptó con el carácter de defensor de una mujer acusada de homicidio calificado por retribución dada.
Iniciando desde los detalles y la forma en que fue contactado para conocer del asunto planteado, la dificultad de la defensa, por tratarse ya de un proceso terminado con una sentencia condenatoria y a pocos días de vencer el término para interponer el recurso de Casación, por tratarse de un juicio substanciado conforme al nuevo Sistema Penal Acusatorio Oral; pero además con la dificultad de ubicarse los hechos en el Estado de Chihuahua, sabedores de que el abogado Zamora Pierce radica en la Ciudad de México.
En este trabajo, muy interesante en especial para los abogados, el penalista aborda también toda la serie de constancias existentes en el expediente que tuvo a la vista y que estudió, además de las entrevistas con la sentenciada expone peculiaridades del procedimiento y los perfiles de otros coautores y de la propia víctima u occiso.
Desafortunadamente no se encuentra sorpresa alguna para el lector, desde un principio, puesto que el final se conoce desde antes de iniciar la lectura, ya que en la contraportada se menciona la conclusión del caso, al precisar textualmente que “Leticia pasó más de tres años en la cárcel por un crimen que no cometió”, sino más bien se trata de la forma de abordar el caso y las habilidades de los defensores que intervinieron, aparte del Dr. Zamora el abogado chihuahuense Héctor Villasana.
Algo que no me pareció de buen gusto es que en cada uno de los capítulos vienen diversas frases en especial de William Shakespeare en relación con varias de sus obras, señaladas en inglés, pero eso queda precisamente a criterio de los lectores.
2.- Cuando estuve convaleciente después de la delicada intervención quirúrgica a la que fui sometido, recibí de algunos amigos, textos para afrontar esos días de reposo y recuperación; entre ellos, recibí el libro “Aquí viven leones” (Viaje a las guaridas de los grandes escritores), edición de abril del 2016 en México por Penguin Random House, Grupo Editorial, del incomparable Fernando Savater en colaboración con Sara Torres Marbero.
Pospuse su lectura debido a tantos temas pendientes de abordar en aquel tiempo y hasta hace unos meses me introduje en el contenido de este obsequio de mi amigo Eduardo Medrano Lozano.
En este extenso ensayo, debidamente ilustrado por Anapurna (Ana Sainz Quesada) la excelente artista de Palma de Mallorca, los autores abordan parte de la obra y vida de ocho de los grandes escritores de la literatura universal, tales como nuestro Alfonso Reyes, Edgar Allan Poe, Ramón del Valle Inclán, Agatha Christie, Stefan Zweig, Giacomo Leopardi, Gustave Flaubert y no podía faltar William Shakespeare, por mucho el favorito de Fernando Savater.
Relatan que se inspiraron en una serie de documentales para televisión que se tituló “Lugares con genio” y se centraron sobre sitios donde nacieron, vivieron y murieron sus escritores preferidos; además
señalan algunos de los autores que suprimieron, y porqué no los incluyeron en esta obra.
Se contienen también muchas fotografías acerca de cada uno de los escritores a que hacen referencia, como sus tumbas, sus casas, monumentos o esculturas, algunos lugares alusivos en sus obras, museos con algunos objetos significativos de los escritores.
En fin, una delicia para el lector, dejarse llevar de la mano por este célebre matrimonio y por qué no decirlo atestiguar una última participación de Sara quien moriría poco tiempo después, (marzo de 2017), dejando en una inmensa tristeza a Fernando Savater. Una obra estrictamente cultural de gusto fino.
3.- Hace aproximadamente dos años el colega Notario Público de Salamanca, Lic. Servio Tulio Padilla del Toro me dejó como un presente el libro intitulado “Los ojos del tiempo” (Novelas cortas), Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa. 1993, de la autoría del Lic. Mario Moya Palencia; sí amables lectores, leyeron bien, del abogado y político muy famoso quien fuera precandidato a la Presidencia de la República siendo Secretario de Gobernación en la Administración Pública Federal a cargo del entonces Presidente Luis Echeverría Álvarez.
La vocación de escritor que surgiera en el Lic. Moya Palencia, unos años antes de su muerte (en 2006) fue un escape a sus pretensiones ya satisfechas de sus andares por el servicio público; habiendo dejado antes de esta obra testimonio en otras dos, una denominada “El México de Egerton” y una posterior que lleva el nombre de “¡Mexicanos al Grito de Guerra!” publicadas por la misma editorial.
El contenido del texto en comento consta de cuatro narrativas novelescas, una referente a la sucesión de varias etapas de la historia de México reencarnadas en un personaje cuya identidad va cambiando desde un conquistador hasta un músico poeta.
Otra designada como Afromexicana, relativa a las culturas negras que han dejado huella en nuestro territorio mexicano.
La tercera, se refiere a una ficción en donde el personaje principal es sobre el indígena michoacano en cuya propiedad surgió el famoso volcán Paricutín en febrero de 1943 y que algunos lectores recordarán por aquella imagen contenida en los libros de texto gratuito de la enseñanza primaria, donde se veía a un niño indígena sorprendido porque su sombrerito se elevaba a las alturas por el efecto de un vapor que emanaba del subsuelo y relataba cómo había nacido ese volcán.
Aquí, Moya Palencia recrea en boca de Dionisio Pulido el surgimiento de ese fenómeno natural y otras consecuencias
de carácter social y moral vividas en esa región.
El último tema que aborda en esta colección se refiere a “La carta falsa de la verdadera Carlota”, la cual a la sazón en mi lectura, resultó mi preferida.
Será difícil que los amables lectores encontraran esta pequeña obra a la venta en alguna librería actual, pero si logran localizarla les sugiero la adquieran y la lean, porque supuestamente, según el autor, la carta referida fue escrita a Maximiliano por la Emperatriz.
4.- Por último, uno de mis mejores alumnos de la carrera de Derecho de la Universidad Iberoamericana, el ahora Maestro Javier Meléndez López Velarde, con motivo de mi aniversario 42 de haberme titulado como Abogado, hace casi un mes, me entregó, podía decir que “calientita” la reciente obra de Jorge Volpi (Editorial Alfaguara. Marzo 2018), intitulada “Una novela criminal”, sobre la temática jurídica del caso de Israel Vallarta y de la famosa francesa Florence Cassez.
Hecho que marcó cierto desprestigio de los entonces integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque quedó en la percepción de la opinión pública, cierto sometimiento a recomendaciones directas del Ejecutivo Federal, por presiones diplomáticas del Gobierno Francés.
Volpi, el autor, estudió Derecho y fue diplomático del Gobierno Mexicano tres años en Francia, por lo que su investigación plasmada como una obra literaria tiene fundamentos de precisión y certeza sobre el caso directamente.
El texto es muy extenso (479 páginas) y durante una entrevista, Jorge Volpi mencionó que había reducido el contenido porque al principio había redactado más de 800 páginas.
La investigación resulta muy auténtica y pertinente en donde la realidad, en mi concepto, sí se mezcla con la ficción o al menos va dejando varios trazos de deducciones y de imaginación al lector.
No quise dejar pasar de comentar y recomendar en esta entrega esta obra tan trascendente, pese a que cuando lo hago apenas he llegado a la página 137 de su lectura.
Recientemente se publicó la obra “Sin Literatura no hay Derecho”, de la Editorial Tirant Lo Blanch, una obra que coordinó Gerardo Laveaga, director del Inacipe (Instituto Nacional de Ciencias Penales), aún no la consigo pero parece que ya se encuentra en las librerías de la localidad, que contiene precisamente comentarios a varias obras relativas a la literatura universal donde dentro de su contexto se abordaron temas de importancia jurídica por diversos estudiosos del Derecho. Espero tenerla pronto.