Creamos en los demócratas cuando hablan de atención médica
La semana pasada, Ted Cruz, el senador republicano de Texas inesperadamente en peligro de extinción, advirtió que Beto O’Rourke, su opositor demócrata, convertiría al estado en California, con “tofu, silicón y cabello teñido”. ¿Cruz realmente cree que todas las rubias en Texas —y todos los hombres de mediana edad con increíblemente pocas canas— nacieron así y ninguno se ha hecho nada?
Mientras tanto, al senador demócrata de Virginia Occidental Joe Manchin —quien superó a Donald Trump por 40 puntos— parece estarle yendo ligeramente mejor en su campaña de reelección. ¿Su arma secreta? La defensa de la Ley de Atención Médica Asequible, que redujo de manera considerable la cantidad de residentes sin seguro médico en su estado.
Estas dos contiendas epitomizan cómo se está llevando a cabo la campaña de 2018. Por una parte, la campaña de los republicanos se basa casi en su totalidad en una política de identidad —una política de identidad blanca— en lugar de las políticas públicas. Es cierto, han lanzado muchos anuncios sobre inmigración, pero no sobre los verdaderos efectos de esta. En cambio, todo se centra en una ola mítica de crímenes cometidos por gente morena que da miedo.
Por la otra, los demócratas fundamentan su campaña en cuestiones relativas a las políticas públicas, principalmente la atención médica, y prometen proteger a la gente que tiene enfermedades preexistentes, además de defender y tal vez expandir el Medicare.
No obstante, los políticos hacen muchas promesas, con frecuencia vacías. Por ejemplo, los republicanos prometieron que el recorte fiscal de Trump conduciría a aumentos de sueldo, lo cual no ha ocurrido. Entonces, ¿la promesa sobre la atención médica de los demócratas es realmente creíble?
Casi cinco años después de que el Obamacare entró plenamente en vigor, la respuesta es un sí completamente rotundo. No ha funcionado a la perfección y sus éxitos no han sido los que sus defensores esperaban. No obstante, ha traído un gran avance, en particular en estados gobernados por políticos que intentan que funcione. Cabe recordar lo que dijeron los republicanos que pasaría antes de que la Ley de Atención Médica Asequible estuviera en línea: que no lograría reducir la cantidad de gente sin seguro, que causaría un enorme déficit en el presupuesto, que conduciría a una “espiral de la muerte” de primas en aumento y disminución en el registro.
Lo que vimos a fin de cuentas fue una disminución significativa en la cantidad de personas no aseguradas, en especial en los estados que expandieron el Medicaid. Los costos presupuestales de expandir el Medicaid y subsidiar otros seguros han sido considerables, pero los cálculos para 2019 sugieren que esos costos rondarán los 115,000 millones de dólares, mucho menos de la mitad de los ingresos que se perdieron debido al recorte fiscal de Trump.
¿Qué hay sobre la espiral de la muerte? Las primas en los centros de intercambio de seguros médicos establecidos por la Ley de Atención Médica Asequible en un inicio fueron mucho más bajas de lo esperado, luego aumentaron marcadamente cuando la cantidad de gente que se inscribió en esos intercambios resultó ser menor y estar más enferma de lo que las aseguradoras habían esperado. Sin embargo, ahora los mercados se estabilizaron y los aumentos a las primas para 2019 son modestos, además de que las aseguradoras regresaron a los centros de intercambio.
Aunque los intercambios están dando cobertura a menos personas de las proyectadas, el Medicaid la da a más de las esperadas, de tal modo que las ganancias generales en cobertura, sorprendentemente, han alcanzado la meta. A principios de 2014, la Oficina Presupuestal del Congreso proyectó que, de conformidad con la Ley del Atención Médica Asequible, para 2018 habría 29 millones de residentes de Estados Unidos sin seguro médico. La cantidad real es de… 29 millones.
Lo que resulta particularmente impresionante de la estabilización de el Obamacare es que está ocurriendo a pesar de los intentos desesperados de Trump y sus aliados de sabotear el logro de su predecesor. Los republicanos revocaron el mandato que se suponía debía inducir a la gente a inscribirse para tener cobertura cuando todavía estaba sana, y el gobierno de Trump ha hecho todo lo que ha podido para aumentar los riesgos y motivar a las aseguradoras a irse. Sin embargo, los demócratas construyeron su sistema tan bien que todavía se mantiene en pie, a pesar de todos los golpes que se le atestan.
Claro, el Obamacare tendría todavía mejores resultados si la gente que lo administra no estuviera tratando de acabar con él. Miren lo que está sucediendo en Nueva Jersey, donde un gobernador y una legislatura demócrata han usado sus poderes para deshacer la mayor parte del sabotaje de Trump: las primas de 2019 de hecho disminuirán un 9.3 por ciento, aunque aumenten ligeramente en todo el país.
Por otra parte, si los republicanos conservan el Congreso este noviembre, sencillamente acabarán por completo con el Obamacare, dejando sin cobertura a millones. Si ustedes tienen una enfermedad preexistente o un empleo que no les permite tener un buen seguro, tengan mucho miedo.
Ahora bien, el Obamacare está lejos de ser un sistema perfecto. Siempre ha sido un compromiso incómodo que refleja las limitantes políticas de la época, y muchos demócratas —incluido el mismo Barack Obama— ahora sugieren superarlo para crear el “Medicare para todos”, aunque no está claro exactamente qué signifique eso.
Sin embargo, la Ley de Atención Médica Asequible sí logró bastante. Este logro pesa mucho sobre el debate político actual. En esencia, los demócratas han ganado bastante credibilidad en lo que respecta a la atención médica: cumplieron lo que prometieron y han demostrado que pueden construir sistemas que funcionan.
En cambio, los republicanos no solo mienten sobre sus planes de salud, por ejemplo, fingiendo proteger a la gente que tiene enfermedades médicas preexistentes cuando no es así. Además, han estado totalmente mal en todo y no han aprendido nada de sus errores.
Entonces, ¿se justifica que los demócratas contiendan como defensores de la atención médica estadounidense? Sí.