¡Viva México!
Seis años más. Nicolás Maduro asumió formalmente ayer el cargo de presidente de Venezuela hasta 2025.
La toma de posesión ante el Tribunal Supremo se convirtió en un mensaje al mundo para tratar de rebatir el rechazo internacional a su gestión.
El Mandatario defendió la legitimidad de su mandato. Lo hizo desafiando a Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los Gobiernos de la región, que no reconocen la validez de las últimas elecciones, y aferrándose al apoyo de China, Rusia, Turquía, y en busca del de México.
“El mundo es más grande que el imperio estadounidense y sus satélites. Aquí está presente ese mundo”, afirmó Maduro al dirigirse a las cerca de 50 delegaciones internacionales que viajaron a Caracas para asistir al acto.
Al respaldo político y comercial de esos países se suma la cercanía ideológica de cuatro mandatarios latinoamericanos que ayer aplaudieron su discurso: el boliviano Evo Morales, el cubano Miguel Díaz-Canel, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y Daniel Ortega, responsable de la deriva autoritaria de Nicaragua.
Maduro al inaugurar el nuevo periodo, quiso exhibir el apoyo de Andrés Manuel López Obrador y hasta lanzó un “que viva México” para agradecer que hace una semana rechazara las sanciones anunciadas por llamado Grupo de Lima, una alianza regional.
En respuesta al grito de Maduro, el expresidente Vicente Fox aseguró que los mexicanos no quieren ser aplaudidos por un dictador.
En su cuenta de Twitter, Fox escribió: “Qué vergüenza para todo México y todos los Mexicanos… No es con un dictador que queremos ser identificados o aplaudidos”.