Marca declive de Pemex captura de Quina
Ayer se cumplieron 30 años de que Joaquín Hernández Galicia, conocido como “La Quina”, fuera aprehendido por el Ejército, su hijo Joaquín Hernández Correa aseguró que este hecho fue un parteaguas para la caída de Pemex.
Hernández Galicia fue aprehendido el 10 de enero de 1989 en su domicilio, ubicado en Ciudad Madero acusado de posesión de armas y la presunta muerte de un agente federal que participó en la captura.
Después fue trasladado junto con otros trabajadores petroleros a la Ciudad de México e internado en el Reclusorio Oriente, donde estuvo preso durante 8 años.
“Fue un declive, un parteaguas, antes de eso (detención) no había como tal, inclusive si Pemex no tenía recursos para las reparaciones de las plantas y el Sindicato aportaba el dinero y la mano de obra y evitar que hubiera accidentes y muertos”, declaró.
Hernández Correa actualmente es diputado local panista en Tamaulipas dijo que las autoridades debieron haber ofrecido una disculpa por la detención y las acusaciones que se le fincaron y que inicialmente sumaban 35 años de prisión.
“El homicidio calificado lo dejaron a homicidio simple, que le encontraron armas y luego eso desapareció de las actas. Nunca le dijeron ‘oiga usted disculpe por los años que estuvo en la cárcel o vamos a resarcir de una manera económica’, los que estuvimos ahí nunca vimos un cuerpo”, afirmó.
Dijo que tan sólo en Ciudad Madero, el Sindicato Petrolero se ha encargado de vender todos los bienes con los que se contaban antes de la captura de “La Quina”, en 1989.
“La obra que mi papá realizó ahí está, pudriéndose, cayéndose en pedazos. Todas las tiendas, el mismo hospital, aquí todo está deteriorado, todo es palpable”, apuntó.