››Historia de una casona
Durante cuatro décadas los 600 metros cuadrados que ocupa la casa blanca de Los Pinos fue jardín, y ha sido espacio de intervención conforme a los caprichos sexenales.
A base de testimonios –como ya se dijo, no hay referencias documentales–, Fernández Pedroza ha reconstruido en parte la historia del predio que ocupa la mansión y, con pesar, señala la extensión de jardín consumido por las construcciones.
Fue en el sexenio de José López Portillo cuando tres cabañas rústicas, al parecer edificaciones-muestra para el entonces presidente-, se construyeron ahí y en algún momento dieron independencia a los hijos del mandatario que hundió al País.
Cuando en 2000 Fox ganó la Presidencia, el arquitecto Alberto Kalach le recomendó –como también lo haría con López Obrador– no vivir en la residencia Miguel Alemán, un símbolo de la ostentación, el boato y el lujo de uno de los presidentes priistas con mayor fama de corrupto.
Las dos cabañas rústicas fueron demolidas para dar paso a las I y II, diseñadas por el arquitecto Humberto Artigas. La primera, conocida como Cabaña Fox, es una residencia de un piso, con acabados rústicos en cantera, pero en sus 800 metros cuadrados dista mucho de la sencillez que se atribuye por definición a una cabaña.
Frente a esa, una estructura similar fue edificada como vivienda para los hijos de Fox, que terminó demolida para dar paso a la residencia de Angélica Rivera, cuyo destino es incierto.