Detienen a conductor acusado de 4 muertes
Capturan en León, otra vez, al responsable de atropellar a 4 jovencitas en Cuerámaro Manifestantes que protestaron por su liberación, ocurrida al día siguiente de la tragedia, llevan 80 días encerrados y están acusados de ser terroristas
El joven acusado de atropellar a cuatro adolescentes que murieron en Cuerámaro, fue detenido ayer en León.
El anuncio lo hizo el fiscal general del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, a través de su cuenta de Twitter.
“@AIC_Guanajuato detiene al menor Juan de Dios “N”, quien tiene orden de aprehensión por homicidio doloso en agravio de cuatro jovencitas, hecho ocurrido en Cuerámaro; el adolescente se escondía en un domicilio de la cd. de León, será puesto a disposición de un juez especializado”, compartió Zamarripa.
La tragedia ocurrió el domingo 24 de noviembre, poco después de las 9 de la noche, cuando Juan de Dios, de 16 años, arrolló a las cuatro jovencitas frente a la preparatoria de Cuerámaro.
De acuerdo con versiones de testigos, iba ebrio. También se dijo que atropelló a las víctimas, Rosa Isela, de 13 años, Zicry Inahí y María Teresa de 14, y Michel de 16 años, porque no le hicieron caso.
Horas más tarde Juan de Dios fue detenido, pero la jueza calificadora Tania Lizbeth González lo dejó libre.
González tuvo que dejar su cargo el 9 de diciembre, le pidieron abandonarlo porque su vida corría peligro.
Ella platicó luego que aquella noche acudió al lugar de la tragedia, cumplió con su tarea y regresó a su oficina.
Tres horas más tarde se le informó de la captura de una persona por una falta administrativa.
Era Juan de Dios.
A la jueza le dijeron que se trataba del que había matado a las jóvenes.
“Ya no se podía poner a disposición debido a que ya no existía ningún tipo de flagrancia; no se había detenido a la persona con la posesión del vehículo… pagó la multa debido a que el arresto por 36
horas no podría proceder, al ser menor de edad… se otorgó la libertad”, dijo Tania Lizbeth González en una entrevista posterior.
El crimen y la puesta en libertad del joven provocaron un estallido de enojo en Cuerámaro.
Tres de ellas quedaron muertas donde las alcanzó la camioneta que les aventó Juan de Dios.
La otra resistió unas horas, pero en el hospital comunitario de Cuerámaro no lograron salvarla.
“La noche de ayer se tomó conocimiento de 3 personas, menores de edad fallecidas en hechos de tránsito, y una más lesionada, las cuales tripulaban una motocicleta por la calle prolongación Pípila de la colonia Tepetates, cuando fueron atropelladas por un vehículo de motor”, informó la Fiscalía General del Estado el lunes 25 de noviembre.
“La lesionada fue trasladada a recibir atención médica, sin embargo, poco después se reportó su fallecimiento”, señalaba escueto el parte oficial que consignaba los hechos.
Las 60 palabras eran incapaces de reflejar la tragedia de Rosa Isela, Michel, Teresa y Zicry, que murieron al ser embestidas por un joven ebrio que se molestó porque no atendieron sus coqueteos.
A Juan de Dios lo recuerdan como un chico problemático, agresivo. Sus imágenes con una pistola, compartidas en las redes sociales, reflejaban su carácter, señalaron conocidos.
El dolor se transformó en enojo cuando los vecinos de Cuerámaro y Tupátaro supieron que el presunto responsable de arrollar a las chicas había sido detenido, temprano el lunes, pero había quedado libre horas después.
La ira concentrada estalló el 27, el día en que las jóvenes fueron sepultadas.
Una marcha pacífica que siguió al sepelio se convirtió en una airada protesta, en la que los inconformes provocaron daños en la Presidencia Municipal, la casa de la familia de Juan de Dios y la de la alcaldesa Ana Rosa Bueno.
La manifestación comenzó al salir del panteón municipal luego de haber sido depositados los restos de cada una de las víctimas en sus gavetas, eran alrededor de 200 personas que llevaban pancartas y fotos de las fallecidas.
Al llegar a Presidencia Municipal, ya eran más de mil quienes exigían la presencia de la alcaldesa Bueno.
Como no fue posible, intentaron entrar a la fuerza pero fueron detenidos por 15 policías, entre agresiones y reclamos.
Rosa Evelia Ávalos Negrete, la mamá de dos de las cuatro adolescentes que murieron, Rosa Isela y Michel, denunció que en Presidencia las habían maltratado.
“Un policía se burló y me hizo señas de que cuánto quería por la muerte de mis hijas. Mis hijas no eran objetos que se venden y me dio mucho coraje, le di una bofetada y en eso se me dejan venir un policía y un hombre a patadas y es cuando el pueblo reacciona porque estaba enojado”, platicó a AM.
El grupo de inconformes aumentó y casi 2 mil personas llegaron hasta la casa de los papás del presunto homicida para exigir que se entregara, al no salir nadie de la vivienda, comenzaron a lanzar piedras y a patadas lograron introducirse para luego quemar el inmueble.
Los manifestantes enardecidos por no recibir atención por parte de las autoridades municipales, se dirigieron al domicilio donde se hospeda la alcaldesa Ana Bueno, pero ya los esperaban por lo menos 10 policías, nada más alcanzaron a lanzar piedras y provocaron daños menores.
El apoyo de elementos de seguridad pública de diferentes municipios permitió blindar la Presidencia y controlar a los pocos manifestantes que quedaron luego de casi 3 horas de recorrido.
Un grupo de 17 personas detenidas a causa de los motines fueron acusadas de terrorismo y siguen en prisión su proceso, pese a los reclamos generalizados de reconsiderar su situación a causa del origen de su protesta.