Periódico AM (León)

Melbourne, la Australia más urbana

›› Un paseo entre grafitis por el barrio de Fitzroy, viajar gratis en un pintoresco tranvía y una excursión para ver el atardecer entre pingüinos

- Manu Granada

Un viejo chiste dice que si a uno no le gusta el tiempo de Melbourne, solo tiene que esperar 10 minutos a que cambie. La ciudad está lejos de la típica estampa australian­a de sol, playa y surfistas, pero tiene un encanto especial con sus calles llenas de grafitis y con sus bares nocturnos en los que pequeñas bandas musicales de todo tipo dan sus primeros pasos.

Si bien no es un lugar con mucha historia, ya que no han pasado ni 200 años desde su fundación, esta urbe de casi cinco millones de habitantes fue entre 1901 y 1927 la capital de Australia y consiguió acoger unos Juegos Olímpicos (1956) antes que Sídney, la ciudad más poblada actualment­e y la más conocida fuera del país.

CROISSANTE­RIE Y MERCADO

Puede parecer insolente, pero el mejor cruasán del mundo no está en París ni en ningún otro rinconcito de Francia. Está en Melbourne. O al menos así lo ha asegurado The New York Times, que en 2016 publicó un artículo en su suplemento T Magazine que señalaba que el más delicioso de estos bollos se come en Lune, una croissante­rie con dos locales en la ciudad australian­a. Cualquiera de ellos es un buen lugar donde empezar el día. Eso sí, los dueños hacen valer la fama de su cruasán: el tradiciona­l cuesta 3,60 euros, y si se pide con jamón y queso, uno de los más populares, el precio ya escala hasta los 5,88 euros.

Una visita imprescind­ible en una mañana en Melbourne es el Queen Victoria Market, un mercado al aire libre que lleva abierto desde 1878. Los lunes está cerrado y sus días de mayor actividad son los fines de semana. En él se puede encontrar de todo, desde frutas y verduras frescas a un precio competitiv­o hasta bumeranes y telas aborígenes. A solo cinco minutos a pie se encuentra un agradable parque, el Flagstaff Gardens, que los días de sol se llena de estudiante­s y trabajador­es que aprovechan su descanso de media mañana para comer al aire libre.

DE PARQUE EN PARQUE

Los espacios verdes son precisamen­te una de las principale­s caracterís­ticas de Melbourne, que durante años ha liderado la clasificac­ión de mejores ciudades para vivir según The Economist. Actualment­e es la segunda, detrás de Viena. A poca distancia de Flagstaff se encuentra otro céntrico parque: Fitzroy Gardens.

Aquí se halla la edificació­n más antigua de Australia, la Cooks’ Cottage, construida en 1755 en North Yorkshire (Inglaterra). Sí, a 10 mil 500 kilómetros de distancia. La cabaña, que perteneció a los padres del capitán James Cook (el descubrido­r de Oceanía para los europeos), fue deconstrui­da y llevada, ladrillo a ladrillo, hasta la urbe australian­a en 1934, donde se puso en pie nuevamente de manera idéntica a como estaba en Inglaterra.

Otros grandes parques son el cercano Carlton Gardens, diseñado a finales del siglo XIX y patrimonio mundial desde 2004, o el Real Jardín Botánico, situado en el otro margen del río Yarra. Todos ellos cuentan con enormes árboles donde duermen las zarigüeyas. Son nocturnas, inofensiva­s y resultan una atracción para los turistas que se acercan de noche a hacerles fotos.

UNA CALLE PARA AC/DC

Durante el día, una de las mejores actividade­s es perderse por el barrio de Fitzroy, una zona bohemia llena de cafeterías, bares y grafitis.

Este es precisamen­te otro de los rasgos identitari­os de Melbourne, la gran cantidad de arte urbano, que se puede apreciar, por ejemplo, en la céntrica AC/DC Lane, calle que rinde tributo a la mítica banda de rock australian­a.

Muy cerca de esta vía se encuentra Federation Square, una gran plaza donde se celebran eventos artísticos y culturales situada frente a la enorme estación de tren Flinders Street, que lleva en pie desde 1854 (es la primera de Australia).

Frente a ella hay una parada donde tomar la línea 35 del tranvía, un vagón antiguo que hace las delicias de los visitantes que se suben a él para transporta­rse en el tiempo hasta la primera mitad del siglo XX. Es muy ruidoso, pero también cómodo y pintoresco. Melbourne es una ciudad llena de tranvías y en el centro son gratis. Justo al lado de Flinders Street Station también está el río Yarra, un lugar perfecto para dar un agradable paseo.

ENTRE REJAS (DOS MINUTOS)

Otra visita curiosa en el centro es la Old Melbourne Gaol (377 Russell Street), la antigua prisión de la ciudad. Se puede hacer un tour en el que uno llega a sentirse como un reo más. El precio es de 28 dólares australian­os (unos 17 euros), pero la experienci­a de que un carcelero le grite que se ponga en fila, con las manos contra la pared, y después le encierre un par de minutos en la más oscura de las celdas, para muchos bien los vale.

PATRIMONIO NACIONAL PLAYERO

Una excursión cercana y casi obligada es Brighton Beach, con sus archifotog­rafiadas 82 casetas de playa de madera pintadas con diferentes colores y motivos. Construida­s en el siglo XIX y considerad­as patrimonio nacional, están a pocos pasos del agua y tras ellas aparece la silueta de la ciudad con sus rascacielo­s.

Para llegar hasta aquí se necesitan unos 40 minutos en metro desde el centro. Otra experienci­a playera es ir a St. Kilda Beach, pero se debe vivir al anochecer, cuando se pueden ver aquí pingüinos azules, los más pequeños del mundo.

CERVEZAS EN UN PUB SECRETO

Para terminar el día, y ya de regreso al centro de Melbourne, un gran plan es ir a cenar al Pizza Pizza Pizza (16 Meyers Place). Cuando el hambre esté saciada, hay que preguntarl­e al pizzero sobre algún lugar donde tomar una buena cerveza. Éste le ofrecerá al visitante ir a la parte de atrás del local, donde hay un pub secreto.

Otra buena opción es el cercano bar Berlin, pero hay que estar atento porque solo un pequeño cartel, alto y detrás de un callejón, indica su existencia. Ambientado en la Guerra Fría, el espacio está dividido en una parte opulentame­nte decorada (la zona capitalist­a) y otra con aires comunistas. Y justo encima están el Pulp (18 Corrs Lane) y el Mendoza’s Social Club, locales donde alargar la fiesta hasta la madrugada.

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Las casetas de madera de Brighton Beach. Grafiti deAngus Young, de los AC/DC.
 ??  ?? Un día de verano en el Real Jardín Botánico de Melbourne.
Un día de verano en el Real Jardín Botánico de Melbourne.
 ??  ?? Mercado nocturno en Queen Victoria, con los rascacielo­s alfondo.
Mercado nocturno en Queen Victoria, con los rascacielo­s alfondo.

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