Cambio de estrategia
El pasado fin de semana nuestro estado sufrió nuevamente una ola de violencia producto de una reacción violenta del crimen organizado ante la implementación de un operativo encabezado por el Ejército Mexicano, en un intento por desarticular y terminar con los grupos delincuenciales que se enfrentan por hacerse del control del robo de combustible y del tráfico de estupefacientes en nuestra entidad.
El operativo en cuestión, marca una enorme diferencia con relación a como se había venido aplicando la estrategia federal para enfrentar la problemática de la violencia en el país y en nuestro estado, ¡qué lejos queda ahora la estrategia de “abrazos y no balazos” que tanto pregonó el Presidente de la República! y que obviamente nunca dio resultados.
Con estas acciones, finalmente el Gobierno Federal reconoce que aquellos dichos del Presidente López Obrador, cuando manifestó el 30 de enero de 2019 que “no se han detenido a capos porque no es esa nuestra estrategia. Ya no es la intención armar operativos contra capos”, causaron un enorme daño en la confianza y ánimo de las corporaciones de seguridad en todos los niveles, pero, sobre todo, afectaron gravemente a la población, pues eso hizo que los grupos delincuenciales crecieran y cobraran fuerza ante el poco interés del Gobierno Federal para enfrentarlos.
Finalmente con esta nueva estrategia por parte de la Federación, se cambia el discurso y ahora se dice por parte del Presidente que “nosotros no vamos a permitir la violencia, no podemos actuar como el avestruz: meter la cabeza en la arena como si no pasara nada” y, por fin, se reconoce que “es pleito de bandas….. no se puede permitir que esto suceda….por eso intervino la Federación, porque era una situación ya incontrolable”.
Por fin el Gobierno Federal cambió la estrategia de sus corporaciones en Guanajuato, para pasar del patrullaje esporádico a la implementación de operativos diseñados con inteligencia y tecnología, lo cual se traduce en eficacia en los resultados.
Ahora ya también se tiene una fuerza federal permanente centrada en la Secretaría de la Defensa Nacional a través del Ejército Mexicano, facilitando con ello la comunicación de todas las corporaciones federales (Marina, CNI, Guardia Nacional) con los cuerpos de seguridad estatales, faltando únicamente una mayor participación y voluntad de la Fiscalía General de la República.
Pero sin duda lo más valioso del operativo llevado a cabo la semana pasada, es la coordinación que hubo entre todos los cuerpos de seguridad involucrados, algo que siempre hemos exigido. Evidentemente ninguna acción de esta naturaleza se logra si no hay información compartida entre todos los involucrados, algo que requiere, de entrada, confianza entre todas las corporaciones.
El operativo fue encabezado por la Sedena, ellos tienen toda la tecnología, inteligencia, capacitación y armamento para enfrentar este tipo de situaciones, pero fue necesaria la participación de la Fiscalía General de Guanajuato para obtener las órdenes de cateo y para acreditar los delitos del fuero local de los detenidos, y evidentemente se requería la participación de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, quienes fueron los que controlaron los disturbios, hicieron las detenciones y despejaron los bloqueos.
Ahora lo único que falta es que se pueda instalar en Guanajuato una unidad de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), que es la instancia que coordina las fuerzas policiacas federales en la lucha contra la delincuencia organizada.
Por todo lo anterior, son bienvenidas las declaraciones del Presidente de la República cuando comentó que “están ayudando todos, gobiernos municipales, estatales, pero la decisión la tomó el Gobierno Federal”, ¡qué bueno! un poco tarde, pero ya era hora.