Guanajuato polvorín de cárteles
» Uno de los estados más prósperos del País convive con 14 homicidios al día y una guerra entre criminales
Se necesitan tres ingredientes básicos para que estalle el terror: una mafia local con poder; una policía rebasada o corrupta y disputas locales por el control.
El sistema colapsa. La violencia que está sufriendo México no es, según los expertos, la misma que hace 20 años, cuando los grandes capos de la droga se repartían zonas.
Guanajuato es el ejemplo del nuevo descontrol. El Cártel Santa Rosa de Lima se ha hecho fuerte en una de las entidades más prósperas a base de robar combustible de Pemex, según las declaraciones del Gobierno, pero también de la extorsión.
La región ha pasado de ser conocida como tierra de riquezas a la zona más sangrienta del país. Y José Antonio Yépez, ‘El Marro’, el líder de este grupo criminal, se ha convertido en otro enemigo público de México.
El fin de semana, un operativo del Gobierno contra “El Marro” provocó graves destrozos al sur de la entidad. El Bajío, la región más industrializada y de las más ricas del centro del país, es donde el cártel tiene influencia. Colaboradores de la banda de Santa Rosa cortaron carreteras e incendiaron vehículos, desde coches hasta tráileres, ante la presencia del Ejército y las autoridades estatales.
Los criminales quemaron supermercados y negocios en la ciudad de Celaya, la más importante del sur del Estado. El saldo: 31 detenidos, entre ellos la madre de “El Marro”, una hermana, una prima y dos colaboradores —tenían previsto detener solo a cinco personas— a los que agarraron con dos millones de pesos en efectivo y metanfetaminas.
De todos los arrestos, la Fiscalía alegaba que 26 estaban relacionados con los disturbios e iban a ser acusados de terrorismo. Los 26 han sido liberados, había siete menores. La explicación del Gobierno: un golpe a la estructura financiera del cártel. El capo: en paradero desconocido.
El Gobierno de López Obrador emprendió hace más de un año una batalla para desmantelar al que ha designado como el líder del huachicol en México.
Ejército sin modernizarse
Desde la Administración mexicana defienden que al cortar el grifo del robo de combustible, la región del Bajío estalló. Entretanto, todos los intentos por atrapar al capo han fracasado pese a que la capacidad operativa de este grupo criminal no parece tan amenazante como la de otros como el cártel de Sinaloa o Jalisco Nueva Generación.
“Las últimas detenciones no respondieron a un plan bien diseñado. En el momento en el que detienen a la mamá y a los demás, debieron haber sitiado el Estado, puesto retenes en todas las carreteras”.
“Pero además de las detenciones, que no veo que estén mal, ¿qué están haciendo para enfrentar al negocio?, ¿cómo van a impedir más violencia? “El Marro” ya ha amenazado al Gobierno con aliarse con otros más fuertes”, cuenta Guillermo Valdés, ex funcionario del CISEN.
“Me puedo equivocar, pero debieran de tener, con la experiencia acumulada de 14 años de lucha contra el crimen organizado, un aprendizaje de cómo ser más eficaz en estas cuestiones.
“Los operativos consisten en mucha presencia disuasiva y poca actividad estratégica para desmantelar los negocios y a la organización. No veo que el Ejército se haya modernizado en sus estrategias”, añade Valdés.