‘¿Dónde diablos está?’
Muchos seguidores ejercen cada vez más presión para que sea más agresivo.
“Para variar, sería bueno que Barack Obama saliera de su cueva y ofreciera (o más bien EXIGIERA) una ruta para seguir adelante”, escribió el columnista Drew Magary en una publicación de Medium que se ha compartido muchísimo desde su aparición en abril con el título ¿Dónde diablos está Barack Obama?.
El argumento para rebatir esta postura es que Obama cumplió su trabajo y merece que lo dejen en paz.
“Obama ha estado fuera del cargo durante tres años y medio, y todavía se enfrenta a este tipo de escrutinio: nadie está presionando de la misma manera a ex presidentes blancos como George W. Bush y Jimmy Carter”, dijo Monique Judge, editora de noticias de la revista en línea The Root y autora de un artículo de 2018 que argumentaba que Obama ya no le debía nada al país.
Obama mismo parece posicionarse en algún lugar intermedio. No planea descartar sus vacaciones de verano en Vineyard y todavía le preocupa la fecha de publicación de su esperada autobiografía. No obstante, la semana pasada redobló sus críticas “indirectas” al gobierno de Trump cuando condenó el “enfoque de gobierno caótico, desorganizado y malintencionado” durante un evento en línea para recaudar fondos para Biden. Además, expresó una especie de compromiso cuando les dijo a los seguidores de Biden: “Lo que han hecho hasta ahora no ha sido suficiente. Y lo mismo va para mí, para Michelle y para nuestras hijas”.
El 25 de junio, durante un evento de recaudación por Zoom accesible solo con invitación, Obama expresó su indignación porque el presidente utilizó las frases “kung flu” y “China virus” para describir al coronavirus. “No quiero un país en el que el presidente de Estados Unidos promueva de manera activa la discriminación contra los asiáticos y encima le parezca gracioso. No quiero eso. Todavía me da escalofríos y me enfurece”, dijo Obama, según una transcripción de sus comentarios proporcionada por alguien que participó en el evento.
Obama habla frecuentemente con el ex vicepresidente y los principales asesores de la campaña para darles sugerencias sobre el personal y los mensajes. En mayo le aconsejó sin rodeos a Biden mantener sus discursos cortos, hacer entrevistas entusiastas y recortar la extensión de sus tuits, pues lo mejor es hacer que la campaña funcione como un referendo sobre Trump y la economía, según algunos funcionarios demócratas.
Los funcionarios mencionaron que un aspecto de particular interés para el ex presidente Obama es la operación digital de Biden, que está en preparación y para la cual ha buscado que aliados poderosos como el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y el exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, compartan sus conocimientos.
Con todo, todavía se toma su tiempo para responder a algunas solicitudes, en especial las que se refieren a encabezar más actividades de recaudación de fondos. Algunos colaboradores de Obama dieron a entender que no quiere eclipsar al candidato, pero los partidarios de Biden no están convencidos de que sea así.
“Por favor, que venga y nos eclipse”, bromeó uno de ellos.