‘Pensé en quitarme la vida porque vendía muy poco’
Rosa López pensó en quitarse la vida junto con la de su hijo, porque con la contingencia por Covid-19 se quedó sin ingresos económicos. La terapia psicológica le ayudó a superar la ansiedad.
La mujer de 49 años comentó que pensó en atentar contra su vida y la de su hijo, quien sufre una discapacidad. Ella tiene un negocio ambulante en la colonia Las Américas, en Irapuato, pero por la pandemia sus ventas comenzaron a disminuir hasta que hubo días que no juntaba ni un peso, y eso la hizo entrar en desesperación.
Por su cabeza cruzó la idea de quitarse la vida y también a su hijo, que al tener una discapacidad pensó que nadie lo cuidaría.
“Me fui a trabajar y al ver que no vendía mi mercancía y ver que el niño necesitaba sus pañales y necesitamos para la comida, mi opción fue terminar con nuestras vidas”, contó.Ð Ð
Pero un instante cambió todo y en un periódico que una persona iba a tirar encontró una solución a su problema de hambre, en una de las página había una nota de un joven que estaba regalando despensas a personas de bajos recursos.
“Como una luz que te ilumina tomé el periódico, no era ni siquiera de ese día, ese periódico un señor lo iba a tirar, pero como a mi hijo le gusta mucho hojearlos, yo lo tomé y hasta en la tarde vi lo que un chico estaba haciendo (regalar despensas) y dije le voy a marcar”, contó.
Tomó su teléfono y no le contestaron, pero no perdió la esperanza y le escribió un mensaje de texto. Escribió que necesitaba ayuda, que no tenía para comer y si no la ayudaban se iba a quitar la vida y a su hijo.
Después de unos minutos recibió una llamada de Iván Ponce, quien le preguntó en qué podía ayudarla. Le explicó que se iba a quitar la vida porque no tenía ni para comer.
Recibe ayuda
El joven la contactó con una psicóloga y una psiquiatra, quienes estuvieron hablando con ella por teléfono por varias horas y ella comenzó a desahogarse.
Contó que con cada palabra que Rosa le decía a la psicóloga y a la psiquiatra, sentía cómo se le descomprimía algo en el pecho.
La psicóloga y la psiquiatra estuvieron atendiendo a Rosa por teléfono por más de mes y medio.
Ahora por la contingencia no ha podido seguir su tratamiento, ya que requiere que sea presencial, esto no le ha quitado el ánimo de seguir adelante con su hijo, quien es su principal motor.
Hoy sigue luchando contra la depresión y no se ha dejado decaer gracias a la ayuda psicológica que se le brindó.
Rosa también busca ayuda para el tratamiento de su hijo Hugo, pues cada semana le debe cambiar un tubo que le lleva oxígeno al pulmón y dicho tratamiento le cuesta en mil 500 pesos, por lo que personas que estén interesadas en apoyar pueden contactar a su número de teléfono 4623372392.