Acaba en tragedia festejo en Xcaret
» Un error humano en el parque terminó con la vida de un menor de la familia Luna Guerrero, quien decidió festejar que había vencido lucha contra COVID
La familia de Leo viajó a Quintana Roo tras haber librado el COVID-19. Pero un ‘error humano’ en un parque de Xcaret terminó con la vida del menor.
La familia Luna Guerrero viajó a Quintana Roo para festejar que habían vencido al COVID-19, pero la tragedia los alcanzó cuando Leonardo, de 13 años, murió en un tobogán del parque acuático Xenses, de Grupo Xcaret, lo que ahora se investiga como homicidio culposo.
‘Leo’, como le conocían en su natal Durango, viajó a Quintana Roo en compañía de su padre Miguel Ángel Luna Calvo, su madre Hilda Guerrero y tres de sus hermanos, Ivanna, Miguel y Valeria, para vacacionar luego de que en días previos la familia superó el contagio por COVID-19.
Una de sus primas, Martha Irene de la Garza Luna, recordó que la familia apenas había pasado la tragedia de perder al abuelito de Leonardo, y ahora enfrentan la muerte del menor.
“Toda la familia tuvo COVID. Falleció el suegro, mi tío. en el velorio se contagiaron, empezó grave mi tío, y así se contagió toda la familia”, narró en entrevista.
Todos se curaron, y ahorita que ya estaban totalmente sanos, ya había pasado más de mes y medio, dijeron vamos a festejar que salimos bien del COVID y mira lo que pasó”.
‘Pensaban que estaba bromeando’
La familia vio en un instante cómo Leo desapareció en la atracción Riolajante, del parque Xenses de Solidaridad (Playa del Carmen), Quintana Roo.
Al principio, pensaron que se estaba escondiendo, jugándoles una broma, pero segundos después su padre se dio cuenta de que el menor fue succionado por una especie de cisterna, que tenía el filtro destapado.
Su padre, un médico reconocido en Durango, ingresó a ese hueco, y vio a su hijo inconsciente y con la pierna destrozada por el sistema acuático. Lo sacó para darle los primeros auxilios.
Pensaban que estaba bromeando, que se escondía, mi tío regresó y vio el succionador sin tapa, mi tío fue por él, cupo y para respirar tenía que salir a tomar aire, estuvo a punto de ahogarse también, alumbró con su celular (dentro de una funda) y vio a mi primo Leo en la orilla, literalmente ahogado, su pierna desecha, y lo sacó”.
“Lo sacaron con su pierna inflamada, la pierna, si mi primo sobrevivía, la iba a perder”.
“Según investigué estaba un succionador del parque para la basura y ahí se fue mi hijo. Yo también fui víctima, pero no me ahogué. Saqué a mi hijo, tengo registro de mis lesiones”.
Miguel Ángel Luna Calvo, padre de Leo, en entrevista con Grupo Reforma.
De inmediato, ese 27 de marzo el menor fue trasladado a un hospital privado, donde un día después murió por problemas pulmonares.
El 28 de marzo, el gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres, expresó su pésame en redes sociales por la muerte del menor.
Leonardo era estudiante de secundaria en el Instituto Cumbres de Durango, el cual también se pronunció en sus redes sociales por su fallecimiento.
Presiones a la familia
Familiares narraron que el personal del parque careció de conocimientos de primeros auxilios durante el accidente y que también el personal jurídico de la empresa presionó a Luna Calvo y su esposa Hilda Guerrero para otorgarle el “perdón” legal a la compañía o, de lo contrario, las autoridades ministeriales no les entregarían el cuerpo hasta varios días después.
“Que si no presentaba una comparecencia respecto al perdón del parque, el cuerpo no era factible que me lo dieran.
“El domingo firmé, estuve ahí en la Fiscalía porque la encargada de eso en Fiscalía, me dijo: ‘si usted no firma con el proyecto inicial del perdón, usted va a tener a su hijo mucho tiempo aquí’”.