Ni el cubrebocas borra las sonrisas
A un mes del regreso parcial y de prueba a las escuelas de León, las experiencias positivas continúan tras el cierre presencial por la pandemia de COVID-19.
Tal es el caso del Colegio La Salle Peñitas, donde las sonrisas de los estudiantes no son borradas ni siquiera con cubrebocas y careta.
Sin embargo, hay áreas en el proceso educativo de los alumnos, principalmente de secundaria, que necesitan reforzarse debido al aislamiento.
“El acompañamiento socioemocional fue una necesidad identificada en primer lugar, nos dimos cuenta que muchos chicos ya tenían más del año sin salir de sus hogares más que para lo esencial y claro, eso fue lo ideal para evitar contagios, pero en definitiva sabíamos que eso les afectaría”, dijo el director de secundaria, José López Sánchez.
Otro reto pendiente a consecuencia del sedentarismo es la nutrición y actividad física de los alumnos.
“Lo que también afectó considerablemente la pandemia fue la condición motriz y falta de actividad física, eso impactó en la nutrición de los estudiantes, se detectaron casos de sobrepeso y otros pocos obesidad”, informó la maestra Karina Ramírez Mora.
El desarrollo socioemocional, clínicas deportivas y la actividad física se trabaja todos los días, dijo en consecuencia.
Los tres niveles educativos que incluye este colegio ya están activos presencialmente, preescolar, primaria y secundaria, pero el que se incorporó al pilotaje de la Secretaría de Educación de Guanajuato desde la primera convocatoria fue secundaria, donde a la fecha asisten 90 alumnos.
El sistema educativo que trabajan es el híbrido, es decir, clases presenciales y virtuales, de manera que todos los estudiantes tengan la oportunidad de asistir físicamente a las aulas, pero de forma intercalada para evitar aglomeraciones.
“Estábamos a prueba y error al principio, pero ahorita ya estamos más encaminados, ya tenemos una ruta marcada para seguir en los tres niveles”, aseguró el director.
El mayor reto: la sana distancia
“Lo que ahorita seguimos puntualizando es la vivencia o guarda de los protocolos, en especial el distanciamiento, ellos vienen con todos los ánimos de apapacharse y platicar después de no verse tanto tiempo”, dijo López Sánchez.
Estas conductas son comprensibles según explicó la maestra Karina, “por el deseo de ya estar cercanos muchas veces se olvidan de las medidas sanitarias, parecemos disco rayado de repetir tanto las indicaciones, pero es natural por la edad que ellos enfrentan”.