Empresas agropecuarias: ¿quién toma las decisiones?
›› Los beneficios de la implementación del gobierno corporativo y familiar en el campo mexicano
“Muchas empresas del sector agropecuario deciden no establecer un gobierno corporativo porque piensan que es un gasto innecesario, aunado a la falta de información o miedo a perder el control”.
El sector agropecuario es una de las pocas industrias que, pese a las dificultades provocadas por la crisis sanitaria, registró un crecimiento en 2020, tendencia que se prevé continúe este año, debido a que la alimentación sigue siendo una actividad esencial para el día el día.
La industria cuenta con un campo fuerte y exportador, cuyo principal destino son los Estados Unidos; sin embargo, a pesar de estas fortalezas, existe un factor que puede frenar su desarrollo: la mayoría de las empresas agropecuarias opera, aun en la actualidad, bajo un esquema de patriarcado o matriarcado, en el que la última decisión la tiene el o la jefa de la familia, y en donde las ideas de las nuevas generaciones, de los hijos o de los directivos no son implementadas, persistiendo, en algunos casos, el retraso tecnológico. Las empresas familiares suelen ser dirigidas por una persona, difícil de relevar. En muchas ocasiones ocurre, por ejemplo, que cuando esta persona fallece, este tipo de organizaciones tiende a perder la dirección y enfrascarse en problemas familiares y de sucesión. Generalmente, se piensa que nadie tomará mejores decisiones para la empresa que la persona que la fundó, porque a nadie le ha costado tanto consolidarla. Si bien es cierto que pocas personas pueden conocer tanto el negocio como quien lo ha llevado de la mano durante el tiempo que éste lleva operando, la diversidad de opiniones y la toma de decisiones en conjunto es un camino mucho más conveniente para el futuro de la organización y crea mayor confianza en el mercado, sobre todo, con proveedores, clientes y accionistas, además de que permite la continuidad intergeneracional en el negocio.
Para alcanzar este objetivo, es importante constituir un gobierno corporativo, es decir, un organismo institucional que no dependa de una persona en específico, sino un sistema en el que el negocio sea dirigido y controlado, siguiendo criterios de los accionistas, consultores externos y una directiva, un conjunto que genere confiabilidad en la toma de decisiones, fomentando un sistema de control interno que permita formalizar el negocio. Este gobierno permite asegurar un seguimiento de la visión estratégica, administrar riesgos, prevenir operaciones ilícitas y cumplir con todas las regulaciones. Muchas empresas del sector deciden no establecer un gobierno corporativo porque piensan que es un gasto innecesario, aunado a la falta de información o miedo a perder el control. De acuerdo con el libro “La sucesión en la empresa familiar mexicana”, únicamente 13% de las empresas familiares sobrevive a la tercera generación y, en muchos casos, esto ocurre por falta de planificación y sucesión. Al respecto, en el gobierno corporativo, existe una práctica importante para los negocios familiares, que es el protocolo familiar. En este documento se escriben todas las reglas que la familia debe seguir para prevenir los conflictos más comunes, evaluar y compensar familiares, para la toma de decisiones, evitar conflictos de interés, fomentar la comunicación familiar y establecer la política de dividendos.
Al mismo tiempo, es recomendable contar con consejeros independientes que puedan tener una voz crítica e imparcial, como accionistas, así como con consejeros relacionados, que son aquellos con quienes la empresa tiene una relación. Este protocolo familiar nos ayuda a tener certeza de cómo gestionar los retos de las diferentes generaciones, atender los desafíos de las empresas de este tipo y establecer procesos estables de sucesión. Desafortunadamente, ha habido casos de grandes empresas que se han visto envueltas en escándalos familiares por falta de estos protocolos. Por esta razón, es necesario establecer mecanismos que ayuden a prevenir y resolver estos conflictos, incluyendo un mecanismo práctico para resolver las diferencias, como pueden ser las herramientas de mediación y conciliación. Para ello, es importante escuchar a los asesores especialistas en gobierno corporativo y, de la mano de un asesor fiscal con experiencia, planificar la mejor estructura que se apegue los intereses de la familia.
Seguir teniendo un campo con empresas fuertes y en crecimiento dependerá, en gran medida, de que estas organizaciones cuenten con una estructura firme, es decir, con una estructura de gobierno corporativo.