Recuerdan al León
Muchos conocen la historia que se forjó hace 10 años, cuando un 12 de mayo del 2012 el Club León logró su retorno a la Primera División, capítulo en la historia Esmeralda en el que el atacante brasileño Eder Pacheco tuvo una enorme responsabilidad de no fallar y marcar el tercer tanto ante Correcaminos.
Sin embargo, pocos conocen los detalles en el discurso que Gustavo Matosas dio a sus jugadores previo a aquel importante momento, siendo el propio Pacheco quien los revivió en exclusiva para Soy Fiera, recordando el momento en específico en donde un DVD especialmente hecho para motivarlos, finalmente ni siquiera fue tomado en cuenta:
“En realidad no fue nada extraordinaria la charla previa, la realidad es que Matosas (Gustavo) tenía algo muy particular que era siempre quitarle la presión a los jugadores, era un partido tan importante que aunque nosotros no hubiéramos estado esos diez años la presión recaía sobre nosotros”.
El gol de la tranquilidad
En cuanto al tercer tanto que logró marcar, así lo recordó:“Recuerdo que es una jugada en donde la recupera el Chapo (Luis Montes), en medio campo si no me equivoco, se la da a Burbano (Hernán) y conduce como siempre hacia adelante porque el equipo era muy ofensivo, se la regresa al Chapo y se hace una pared para tirársela larga pero Burbano siempre rapidísimo saca al portero y saca el centro casi cayéndose, yo en el centro del área con tres o cuatro defensas aprovecho que nadie la puede sacar y lo que recuerdo es que dije sí o sí la tengo que meter”
VIVA VOZ
No sólo se trató de un simple gol, fue el gol de la tranquilidad; “Es una sensación indescriptible, siempre es especial marcar, pero en esa ocasión que fue el tercer gol en un partido tan difícil, en un partido tan esperado el poder marcar me hizo saber que mi gol dio tranquilidad a una afición que estaba muy incrédula después de to
LOS íDOLOS. do lo que había pasado en diez años, se me ocurrió festejarlo arrodillarme, dedicárselo a Dios y disfrutarlo mucho porque había tenido muchos momentos complicados en mi carrera con equipos que no cumplían”.
Un vestidor único
Pacheco reconoció que, como aquel vestidor, no hubo ni habrá dos: “Era un vestidor muy agradable, de hecho yo ya como retirado lo extraño muchísimo, extraño el relajo en el buen sentido de la palabra, todos nos llevábamos super bien, claro estábamos los casados y los solteros (risas) pero con eso nunca hubo ningún problema”.
Habló de lo que hubiera significado jugar con la Fiera en Primera, situación que no se concretó: “No se si me quedó una ‘espinita’, pero lo que sí sé es que no me hubiera gustado estar en Primera y no jugar, si me hubieran dado oportunidad de quedarme en Primera y jugar a mi me hubiera parecido excelente”.