Persiguen criminales a militares
Entre el polvo y el ruido de los motores se escucha un grito que se repite insistentemente, un alarido de guerra: “¡Tírenle, pu…, tírenle, tírenle!”.
El narrador del vídeo va a bordo de uno de los vehículos que persigue a los de los militares. Otros le jalean, gritan también.
Al fondo, los agentes huyen, tratan de dejar atrás la jauría. Solo es posible saber que no es la escena de una película por la mala calidad de la imagen. De lo contrario, sería fácil pensar que se trata de Mad Max o cualquiera de sus variantes.
Ocurrió en Nueva Italia, Michoacán, una de las ciudades más importantes de la región de Tierra Caliente, territorio complejo, cruzado de conflictos y actores armados desde hace décadas. No hay forma de saber cómo empezó la persecución, quiénes persiguen o por qué los militares asumen la huida.
La Secretaría de la Defensa no ha informado oficialmente sobre el caso. Preguntado al respecto, un portavoz ha dicho: “Estamos esperando que nos den la información certera. En cuanto podamos se la compartimos”.
En medios locales se informó de que la grabación registra la persecución en un tramo de la carretera que va hacia Apatzingán, otra de las referencias urbanas de la región. Concretamente, en la glorieta Cuatro Caminos, eje carretero que continúa al centro de Nueva Italia y que abre la vía hacia el municipio vecino. La grabación se corta justo en el cruce. Se ignora en qué acabó el asedio, aunque en el video nunca se escuchan tiros.
La escena enriquece el vasto fondo documental de las andanzas del crimen organizado en México, cada vez más aficionado a registrar sus tropelías o puestas en escena, siempre con los ojos puestos en entes rivales, sean o no del ámbito institucional.