Consejos para hacer viajes con niños en coche y avión
Bienvenidos al maravilloso reto de viajar con niños y no desfallecer en el intento. ¿Es posible? Sí, si sabes cómo. Gosi y yo llevábamos 10 años viajando solos, de aquí para allá, haciendo autostop, visitando hostales con habitación compartida y hasta incluso durmiendo en sillones cuando hacíamos coachsurfing.
No había un solo país que se nos pusiera por delante, cuando llegaron ellos: primero Daniela y después, Oliver. Así que cambiamos la mochila para dos por la maleta para cuatro, cultivamos el noble arte de la paciencia y decidimos que esto no iba a ser el final de ninguna etapa sino más bien el principio de otra más bonita todavía, pero ahora sellando pasaportes para cuatro.
Eso sí, nadie dijo que fuera fácil. Tuvimos que buscar nuestra manera de volver a viajar cómodos.
Está claro que cada niño es un mundo, y que su edad será determinante para preparar un trayecto con ellos que sea lo más agradable posible. El primer consejo que podemos darles es que comiencen con viajes más o menos manejables. Una escapada en coche puede ser una prueba de fuego para pensar en
El parque que rodea el Castello de Valentino el siguiente destino, cada vez más ambicioso.
Además, te darás cuenta de que tu maleta es un mundo, y quizá se te escapa algo. Tranquilidad, de los errores se aprende.
Cuando ya hayas pasado la barrera de los 200 kilómetros
Adrián Rodríguez y Gosi Bendrat, autores del blog Mola Viajar, y sus dos hijos. a la redonda, toca pensar en metas más lejanas. Superar un trayecto de hora y media en cualquier medio de transporte ya empieza a requerir sacar artillería pesada para hacer soportable el viaje, así que, en función de la duración del mismo, nosotros siempre llevamos lo siguiente:
Algo sano para botanear: que el hambre no sea un obstáculo y que no tengas que acabar comprando algo de última hora.
Su música favorita para hacer el camino más entretenido.
Sus pequeños juguetes, sin abusar claro. No te vas a llevar el cajón entero.
Lápices de colores y un cuaderno para que pinten sus propios dibujos.
Lectura: si los peques ya leen y el transporte lo permite, un buen libro es siempre una aventura adicional al viaje.
Cuando el viaje se va haciendo pesado, puedes inventar juegos por el camino, como ¿cuántos coches de color rojo vemos? Y sí, la segunda y como último recurso, se trata de las temidas pantallas. Recuerda descargar con antelación alguna película.