Pone creatividad a su vida
A lo largo de su vida, Salvador Orozco ha tenido muy claro que el miedo no puede ser parte de sus proyectos y siempre ha estado abierto y dispuesto a tomar los retos y oportunidades que se le presentan en el día a día.
El escritor, productor y director nació en la Ciudad de México, su familia es originaria de Arandas, Jalisco, pero desde pequeño vinieron a vivir a León, donde ha transcurrido la mayor parte de su vida.
“Desde que era niño me llamó mucho la atención esta onda de escribir o inventar historias para después interpretarlas conjuntamente en casa con mis hermanas. Me acuerdo que nos encerrábamos en el cuarto de mis mamás y hacíamos como las novelas”, contó.
Desde entonces despertó en Salvador la curiosidad por escribir, dirigir y producir, y al ver que no le daba miedo participar en cualquier actividad artística, una amiga de su tía que era delegada de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), lo invitó a hacer obras de teatro que se transmitían en el canal local de León.
Años más tarde, entró al seminario en Ciudad de México, donde estuvo durante dos años. Dentro de la comunidad participaba en semanas culturales y festividades muy significativas para todos los sacerdotes de muchas partes del país.
“Yo estaba encargado de las obras de teatro, las escribía, las dirigía y actuaba con algunos compañeros y todo eso me encantaba, siempre he sido muy argüendero y no me da pena nada y me di cuenta que el seminario no era mi vocación”.
Luego de dejar su preparación como sacerdote, regresó a León, donde permaneció poco tiempo, pues decidió mudarse a Guadalajara para estudiar la carrera de Optometría.
En La Perla Tapatía, a la par de sus estudios, empezó a trabajar en la agencia Maniquí Modelos con Óscar, Norma y Jorge Lupercio donde estuvo cinco años; trabajo que le permitió conocer a gente del medio artístico como Galilea Montijo, Anette Michel, Arath de la Torre e Eiza González.
Luego trabajó en Contempo con Glenda Reyna, donde duró poco tiempo pues se dio cuenta que el ambiente era más crudo, y regresó a León.
“A la par que yo estaba en Guadalajara en el modelaje, estaba estudiando optometría, es otra parte de mi vida que me encanta que es hacer ver a la gente, estar en un área de salud”.
Televisión y cine
Llegó la oportunidad de trabajar en televisión en algunos programas unitarios y novelas con Genoveva Martínez, Carla Estrada y Nicandro Díaz, lo cual lo llena de satisfacción.
En teatro tuvo la oportunidad de trabajar con el primer actor Ignacio López Tarso y Érika Buenfil en la obra “El Padre”, producida por Jaime Gómez Casanova y Jaime Gómez papá, quienes siempre lo invitan a ver las obras que producen.
Después comenzó a trabajar en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato y por las relaciones que entabló se animó a hacer sus propios cortometrajes “El pintor” y “No me extrañarás”, uno de sus cineastas favoritos de este estado, pues aparte de talentoso, aseguró que “es un excelente humano”.
Su compromiso social
Por invitación de una amiga a la semana cultural del Centro de Readaptación Social, Salvador se ha interesado por trabajar con jóvenes que tienen problemas de adicciones.
Trabajó ahí en el área de reinserción social con 27 homicidas, quienes también consumían drogas.
Salvador está certificado a nivel internacional en Programación Neurolingüística e hipnosis. Trabaja el cuarto y quinto paso del método de Alcohólicos Anónimos, pues le gusta entender y ayudar a manejar las emociones y cómo influyen en cada persona y situación.
“Mi terapia es dinámica, insisto no soy psicólogo, pero me he preparado y en mi terapia manejo mucho la percusión corporal, la hipnosis cuando es necesaria, y sé que los jóvenes con los que he trabajado me quieren, me estiman y me respetan y yo a ellos porque son seres humanos maravillosos”.
Faceta de escritor
Hace 10 años escribió su primer libro, pero no sucedió nada y en el 2021 lanzó “Aldonza”, en medio de un contexto social donde la pandemia detonó la violencia de las mujeres en casa.
La historia tiene que ver con incesto, machismo, matriarcado, violación, venta de mujeres, entre otros.
Entre octubre y noviembre de este año lanzará la segunda parte de esta historia llamada “Eustolia”, hermana de Aldonza, para quien su vida también es muy desgarradora contada en un thriller psicológico; dos historias bien hilada y bien contadas, que son casos reales.
La meta a mediano plazo es llevar a “Aldonza” al cine, a un cortometraje o una serie, para cual se encuentra en pláticas con una plataforma importante, pues el ebook fue best seller en Amazon a los tres meses.
“Como me decía Ariel López Padilla, hay una Aldonza en cada sitio... quiero preguntarle a la gente si conoce a alguna Aldonza que levante la voz que ya no se queden callados y si tu eres una Aldonza, levanta la voz”.