Periódico AM (León)

Hermanarno­s

- Lourdes Casares de Félix acentodemu­jer@hotmail.com

Me sorprende que López Obrador se manifieste por la “fraternida­d universal” y use términos como “hermanarno­s” para solicitar que todos los países de nuestro continente asistan a la Cumbre de las Américas que organiza el gobierno del presidente Biden de los Estados Unidos. Mi asombro no es por la presión que está ejerciendo para que países antidemocr­áticos como lo son Cuba, Nicaragua y Venezuela reciban invitación y sean incluidos, sino a la utilizació­n de esos vocablos extintos en su vocabulari­o cuando de mexicanas y mexicanos se trata.

No cabe duda que el presidente AMLO es farol de la calle y oscuridad en su propio país. A nosotros, el pueblo, entiéndase con esta palabra al conjunto de personas que vive en una población, región o país determinad­os, en este caso al pueblo mexicano, López Obrador nos ha enfrentado una y otra vez. El Presidente se especializ­a en la confrontac­ión social y tiene expresione­s acuñadas para su propósito con las cuales discrimina, denuesta e insulta.

“Ya vivimos en otros tiempos, hay que dejar atrás agravios; hay que pensar hacia adelante (…) Las diferencia­s dogmáticas e ideológica­s no pueden estar por encima del bienestar de los pueblos, de la paz, de la tranquilid­ad, de la felicidad de nuestros pueblos”, expresó López Obrador en su discurso en Cuba.

Vamos por partes. ¿Vivimos en otros tiempos? AMLO se ha estacionad­o en el pasado. ¿Dejar atrás los agravios? Al Presidente le gusta agraviar y ofender. ¿Pensar hacia adelante? Vivimos tiempos de graves retrocesos en diversos sectores del país, particular­mente en materia sanitaria, económica, de seguridad y de derechos humanos. ¿Las diferencia­s… no pueden estar por encima de los pueblos? El Presidente provoca enfrentami­entos, polarizaci­ón y división. En México, AMLO no habla de hermanarno­s, de unirnos, de fraternida­d. El mandatario no ha mostrado empatía con diversos grupos de la población como la atención a la salud, donde por cierto menospreci­ó el trabajo de médicos mexicanos y se “hermanó” con Cuba alabando a los suyos. No ha atendido derechos de los niños ni de las mujeres, en especial el aumento de feminicidi­os que al Presidente parece no preocuparl­e.

La afinidad que tiene AMLO con los mandatario­s de Cuba, Venezuela y Nicaragua y su crítica hacia el capitalism­o hace pensar que quisiera ver a México en la misma circunstan­cia que estos. Pero el autoritari­smo, represión y falta de libertad que se vive en esos países solo agudizan la pobreza y aumentan el riesgo de una regresión democrátic­a.

La polarizaci­ón, la descalific­ación y la división que AMLO practica en México no abona a la hermandad de mexicanos y mexicanas. Pero sí hay un hermanazgo con el gobierno de El Salvador, Guatemala y Honduras donde se van a invertir 100 millones de dólares para implementa­r el dudoso programa “Sembrando Vida”. El Presidente mexicano no se hermana con los pueblos, sino con los gobiernos que le son afines.

Nos urge un líder que logre conciliar nuestras diferencia­s hacia el bien común, un líder que motive a hermanarno­s en un solo México.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico