Mensajes de Renato Paiva
Dos partidos de preparación en la era de Renato Paiva y dos victorias de la Fiera. Ganar en pretemporada no garantiza una magnífica Liga, pero indica que se va por el camino correcto.
El hecho a destacar es que en el León hay un cambio de ritmo. Se entrena a otra velocidad, intenso, con otra visión, con otro ambiente y otra comunión entre el cuerpo técnico y los jugadores.
La sentencia dicta que el equipo es la imagen del líder y en esto Paiva ha marcado una diferencia importante en comparación a su predecesor donde el distanciamiento era notable.
Tan solo el verlo correr de una cancha a otra en La Esmeralda para acompañar al equipo en el entrenamiento es un mensaje que al futbolista le obliga a responderle al lusitano.
Lo que está haciendo Paiva no es descubrir el hilo negro ni mucho menos una cursilería futbolera, sencillamente a esta fiera se le tenía que despertar tras el desastre ocurrido y el actual domador lo intenta a su modo.
Además de correr y apasionarse en las prácticas, Paiva ha expresado mensajes que enseñan el perfil que como entrenador tiene.
“Quiero que mi equipo siempre tenga la pelota”. Paiva ha dejado claro que la tenencia del balón debe ser larga y la recuperación lograrse en el corto tiempo.
Para hacerlo, el León tendrá que habituarse a estar desatado físicamente para tocar y moverse con el afán de tener el control del esférico. Las piernas resultaron un factor negativo en la pasada competencia, por lo que la promesa esmeralda es contar con un rendimiento mucho mejor.
“El grupo debe ser top en lo humano y futbolístico”. Si en el futbol lo humano de un equipo lo tuviéramos que explicar, creo que coincidiríamos que este concepto tiene su razón de ser en el vestidor. En un buen vestidor se habla de éxito. En uno malo, de rupturas y tendidas de cama.
La intención de Paiva invita a pensar que el León no repetirá otro torneo siendo tan insensible como lo fue en el anterior, donde terminó jugando por jugar, volviéndose un sendero normal el tobogán en el que cayó.
“No tengan miedo a ser felices”. La felicidad en el León se dará con un equipo que juegue bien y gane, así, con este par de cualidades necesariamente juntas.
En la Fiera hemos tenido los casos donde se ganó sin gustar y se gustó sin ganar, combinaciones que dejaron una afición insatisfecha.
“Hagamos una Fiera indomable”. El cuadro esmeralda está parado frente a la encomienda de recuperar su fiereza tanto en el Glorioso como fuera de este.
En el Clausura que acabó, de nueve juegos como local, la Fiera cosechó solo dos triunfos. Saliendo de la madriguera se ganó uno más y fueron cinco los duelos en los que la victoria no se pudo dar.
Si bien esto de la Fiera Indomable se puede tomar solo como un hashtag atractivo, es la tarea más importante por hacer en el cuerpo técnico y plantel esmeralda. Otro campeonato sin Liguilla será imperdonable y una Liguilla sin dignidad, más.
Seguramente Paiva nos dará más materia con su filosofía y en el equipo esmeralda entenderá quien quiera entender.
A recuperar su fiereza tanto en el Glorioso como fuera