55 años de disposición
El Voluntariado del Hospital General Regional de Celaya celebra 55 años de servicio y buena voluntad en pro de los más vulnerables
Las integrantes del Voluntariado del Hospital General Regional de Celaya celebraron, con una misa de Acción de Gracias y una comida, su 55 aniversario.
Lo que representa más de medio siglo de servir a los más necesitados y de ayudar a salvar vidas.
Actualmente está conformado por 26 integrantes y presidido por Martha Gómez Cruces, quien destacó en entrevista con AM, que entre sus objetivos está el brindar apoyo con lo necesario para que ningún paciente muera por falta de medicamento.
La celebración religiosa tuvo lugar en el Santuario de Guadalupe, posteriormente se dirigieron al restaurante Sha para tener una convivencia de aniversario.
Durante la comida recordaron a la señora Conchita “Muñeca” Reséndiz, quien comenzó esta noble.
Así como mujeres que fueron el pilar del voluntariado como, Raco Flores, Tere Guerrero, Pilar Quintana y Milagros Fernández, que aunque ya no se encuentran entre nosotros, sembraron una gran semilla con su ejemplo.
Las damas también hablaron de la invaluable labor que se realiza en la Clínica de Hemodiálisis, proyecto del voluntariado impulsado por Rosita Suárez, que se aperturó desde hace 15 años y actualmente atiende a 33 pacientes de manera fija y algunos más de forma intermitente porque provienen de otros lugares, incluso de Estados Unidos.
En la clínica se realizan de 60 a 90 hemodiálisis mensuales, ya que algunos pacientes requieren dos hemodiálisis por semana.
Las voluntarias además de la atención que brindan con la
Clínica de Hemodiálisis, apoyan a los enfermos del Hospital General con medicamentos y estudios que no cubre el centro hospitalario.
Además, de otras necesidades específicas que tienen los pacientes.
Gloria, Martha y Dolores.
“Acabamos de donar un ventilador para un chiquito, que para poder vivir depende del ventilador, estos ventiladores cuestan de 300 a 360 mil pesos.
“Los papás pidieron un préstamo e hicieron una pequeña rifa, pero no lograban reunir la cantidad.
“Entonces hablamos con el proveedor y buscamos quién nos apoyara y logramos tenerlo”, explicó Martha Gómez.