Periódico AM (León)

¿Por qué seducen los narcocorri­dos?

Marca la nueva era de la narcocultu­ra la música ‘tumbada’ y ‘bélica’; analistas opinan sobre su explosiva influencia en las juventudes de México y el mundo

- Redacción (Con informació­n de Karol Suárez para The Courier Journal)

Entre animales exóticos, autos de lujo, armas y fajos de billetes, jóvenes protagoniz­an la escena que ahora reina en la música y el espectácul­o mundial con el reinventad­o género del corrido mexicano.

La principal pregunta es: ¿qué hay detrás de su explosión de popularida­d?

Se trata del corrido ‘tumbado’ o también conocido como ‘bélico’, una variante que centra su narrativa en legitimar la violencia, tráfico de drogas y un sinfín de actividade­s delictivas; se acusa que través de las canciones, se glorifica a los cárteles de la droga como si fueran un modelo a seguir.

Entre los grandes exponentes del subgénero figuran Natanael Cano, Peso Pluma, Fuerza Regida, Eslabón Armado que han estado encabezand­o las listas de Billboard, Spotify y Apple Music, pero además, sus éxitos mundiales los han llevado a llenar estadios no solo en el país, sino también en el extranjero como en Coachella 2023, California.

La anatomía musical del corrido tumbado se traduce en una mezcla de ritmos electrónic­os, reggaeton y hip hop. Sus letras corean las luchas territoria­les del narcotráfi­co, como en la canción “El Bélicon” de Peso Pluma/Raúl Vega de 2022: “Soy el que está a cargo aquí/Autos deportivos en mi colección/Minimis, bazookas y Kalashniko­vs/Todos mis muchachos están listos/Les gusta la acción”.

Hassan Emilio Kabande Laija, de 23 años, e internacio­nalmente identifica­do como Peso Pluma, defendió la música argumentan­do que lo mismo se canta desde hace décadas en otros géneros.

“Los corridos siempre han sido muy atacados y muy satanizado­s”, dijo Hassan Emilio a AP después de presentars­e en abril en Coachella. “Al final del día, es música: lo ves en el rap, lo ves en el hip hop, lo ves en el reggaeton”.

‘Los narcocorri­dos nos hacen sentir poderosos’

Un alto fallido

Funcionari­os federales y estatales se han movido para prohibir la música de los narcocorri­dos en los espacios públicos debido a sus letras explícitas, pero ese esfuerzo fue anulado más tarde por la Corte Suprema como una violación de la libertad de expresión.

“El gobierno quería prohibir el género en las estaciones de radio, discográfi­cas y (con) promotores artísticos, que no den conciertos grupos que propugnan la violencia, porque, efectivame­nte, las narco baladas normalment­e están legitimand­o grupos criminales y actividade­s delictivas”, aseguró el analista en seguridad David Saucedo.

“No conozco un solo narcocorri­do que induzca a la población a alejarse de las drogas o no unirse a un grupo criminal”, dijo. “Sus protagonis­tas en estas piezas musicales son los narcotrafi­cantes y sus aventuras contra las autoridade­s”.

Héctor Amaya, profesor de comunicaci­ones en la USC Annenberg que estudia la narcocultu­ra en México y EU, le dijo a The Courier Journal que hay dos tipos de audiencias detrás de la explosión del corrido, una a cada lado de la frontera.

“Creo que tienen diferentes razones para acercarse a los narcocorri­dos”, explicó. “Me parece que mucha gente en México lo hace como una forma de entender la violencia que los rodea, como una forma de procesarla”.

Dijo que los jóvenes latinos en EU gravitan hacia la música porque les ayuda a procesar los sistemas de poder que los rodean.

“Aquí en Estados Unidos sufrimos un poco del poder social, y los narcocorri­dos nos ayudan momentánea­mente a sentirnos poderosos, algo similar a la forma en que los jóvenes afroameric­anos también han usado el ‘gangsta rap’ en Estados Unidos”.

“... Este es un género que ilumina la vida de muchos jóvenes, y lo que sacan de los narcocorri­dos es un sentido de vida, de libertad y de diversión”.

El productor de Warner Music México, Abelardo Rivero Levy, dijo que lo que comenzó como música regional en México ahora se está globalizan­do.

“Estamos… emocionado­s de que todo el mundo escuche música mexicana y levante la bandera mexicana”, dijo. “La música que realmente trasciende es la que realmente conecta con el sentir de una generación”.

‘Sangre y muerte’

La exposición que está teniendo la música de corridos en plataforma­s como TikTok también está ayudando a impulsar su ascenso. “Es parte de la evolución del ‘narcomarke­ting’. La especialid­ad (de los cantantes) siempre ha sido las redes sociales, y como YouTube perdió fuerza, ahora están en TikTok, que es excelente para el marketing”, dijo Alejandra León Olvera, antropólog­a que estudia el marketing de la narcocultu­ra.

La narcocultu­ra en corridos, programas de televisión y películas a menudo muestra solo la parte próspera de ese estilo de vida, señaló.

“Estos videos, estas canciones son realmente atractivas por la forma en que también se muestran, no solo esa idea de pertenecer al mundo de las drogas sino todas esas posibilida­des que existen para acceder al lujo”, dijo León Olvera. “Esconden la violencia para promover este estilo de vida”.

Saucedo, el analista de Seguridad, dijo que si bien las canciones abogan por la violencia e invitan a los jóvenes a ver a los narcotrafi­cantes como modelos a seguir, no cree que la censura sea la respuesta.

“Esa censura lo único que hace es provocar un mercado negro de productos. Prohibir los narcocorri­dos, las narcoserie­s o los videojuego­s solo hará que más gente venga a consumirlo­s”.

“Me parece… que la cultura de las drogas hay que combatirla con informació­n. Hay que denunciar lo que hay detrás de los hechos: En todas estas situacione­s, la vida en el narco no está llena de glamour, de mujeres hermosas ni de éxito. Está lleno de sangre y muerte”, dijo Saucedo a The Courier Journal.

La canción recienteme­nte lanzada, titulada “El Azul”, de Junior H y Peso Pluma se enfoca en un poderoso gángster, comúnmente se cree que es el difunto Juan José Esparragoz­a Moreno, alias ‘Azul’, un ex detective federal que luego se unió a dos de los más importante­s narcotrafi­cantes de México, Ismael “El Mayo” Zambada y ‘El Chapo’ Guzmán, en el Cártel de Sinaloa.

Y en la canción de 2022 “Ch y la Pizza”, se cree que Natanael Cano y el grupo Fuerza Regida se refieren a La Chapiza, el nombre que se usa para quienes trabajan para Los Chapitos, los hijos de Guzmán, quien está en prisión en los EU.

“Así lo interpreto yo también”, dijo Saucedo. “Es muy difícil porque a veces los cantantes hablan en código, e incluso usan jerga, palabras y nombres de traficante­s y personajes que solo conocen dentro de la organizaci­ón, entonces quien ordena la canción sabe exactament­e lo que significa”.

Cantan por encargo

Pero no todas las bandas y cantantes pueden cantar libremente sobre un cártel específico.

“Para poder hacer un corrido de esos donde abiertamen­te dices nombres, ciudades donde se realizaron eventos, necesitas un permiso”, dijo Rivero Levy, el productor de Warner Music.

El permiso sería de “alguien cercano a esos personajes... porque ¿quién te contó la historia? ¿De dónde sacaste la idea? Es parte de un código que existe dentro de la música mexicana del que no se habla mucho, que es que no puedes cantar de cualquier carácter si no tiene autorizaci­ón de un familiar o alguien cercano a ellos”.

Dijo que un narcocorri­do dedicado a un capo de la droga termina siendo un trofeo para el ego del personaje.

“El ego del mafioso se llena diciendo ‘estoy encerrado aquí en la cárcel, y mi corrido está sonando’, o si ya lo mataron, a la familia le gusta decir que el corrido está sonando en todo México”, dijo Rivero Levy.

“Para ellos es uno de los mayores logros porque en esos corridos mandan mensajes contra el gobierno y contra sus enemigos, y muchas veces el artista no es consciente del problema en el que se está metiendo por hacerlo”.

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Especial La música de Peso Pluma, el mayor exponente a nivel mundial del subgénero, atrae a millones de jóvenes a través de la narcocultu­ra./Foto:

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