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Afición de los Esmeraldas de León despide a la Fiera antes de su vuelo a Los Ángeles
A54 horas de distancia, los más de 20 convocados por el cuerpo técnico de Nicolás Larcamón empacaron una inmensa ilusión en sus maletas para emprender camino hacia el Aeropuerto Internacional del Bajío e iniciar su travesía hacia Los Ángeles.
Sin embargo, el ambiente fue muy distinto al que se vive cotidianamente en la liga local, pues toda una multitud se congregó a las afueras del Hotsson Hotel para despedir a sus jugadores, en los cuales han depositado su confianza en búsqueda de lograr un sueño que, hasta hace una década, parecía imposible: ser campeones internacionales.
Entre todas las personas que se dieron cita estuvo Gil Victoria, aficionado de hueso colorado que recorrió más de cinco horas para despedir al equipo de sus amores.
“Tengo una plena confianza en el conjunto de lo que es León, lo demostró la mayor parte del partido con Ángel Mena, Víctor Dávila y Elías Hernández. La presión será vital en los primeros 15 minutos en Los Ángeles. Todo esto es una pasión, vine desde Puebla y, lo que se vive aquí, es una sinergia tremenda”.
No obstante, él no viajó solo ya que estuvo acompañado de César Martínez quien, sin dejar de ocultar su felicidad, demostró la confianza plena que tiene en la plantilla de ‘Larca’ para sacar adelante un partido que, en la previa, pinta para ser de alta intensidad.
“Tienen que ir con el convencimiento y la actitud de ir a ganar, no hay de otra, no hay oportunidad para salir a especular. Esperamos ver eso en la cancha y estamos satisfechos por el buen equipo que tenemos, pero queremos esa copa”.
Una copa que desata la ilusión y la esperanza en aficionados como Osvaldo Mauricio, quien con una playera verde en la que se destaca el escudo del equipo con un estampado enorme, se muestra convencido de que no saldrán a especular el próximo domingo.
“No deben salir confiados, se deben partir el ‘lomo’ y demostrar el porqué llevan esa gran playera. Se han concentrado plenamente en este torneo (Concachampions) y lo han demostrado, siento que vale mucho la pena perder las horas de trabajo por ver a este equipo”.
Más allá de un sentir enorme de nerviosismo y ansiedad por una prolongada espera para disputar el partido final, Osvaldo tiene muy en claro lo qué hará suceda lo que suceda en tierras californianas con una sentida promesa.
“Vamos a gritar todo el partido y yo me prometí que llevaré 300 tortas al Hospital Regional ganen o pierdan el próximo domingo”.
Con un sinfín de fotos y autógrafos para los espectadores, la plantilla esmeralda emprendió camino hacia el Aeropuerto Internacional del Bajío, no sin antes recibir aplausos y gritos de apoyo por parte de una afición que, orgullosa de su equipo, sacó a relucir una enorme bandera con el escudo impreso en medio de la misma para detener el tráfico de la ciudad por un aproximado de dos minutos y, de forma emotiva, darle la última despedida antes del partido definitorio.
Se deben partir el ‘lomo’ y demostrar el porqué llevan esa gran playera. Se han concentrado plenamente
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