Con vigilancia médica
Para otras enfermedades, los investigadores vieron que el ayuno prolongado redujo la cantidad de algunas proteínas que favorecen la aparición de enfermedad coronaria. Sin embargo, también observaron un incremento en el riesgo de trombos.
“Por eso es importante que la gente sea consciente de la necesidad de guía médica cuando se aplican este tipo de intervenciones extremas, porque también hay gente con más riesgo de sufrir consecuencias adversas”, afirma Pietzner.
Benjamin Horne, quien es profesor de la Universidad Stanford (EE UU), considera que “debido a la pequeña muestra del estudio, con solo doce participantes, no está claro lo significativo de este retraso de tres días” en el efecto del ayuno.
“Muchos otros estudios con más participantes, en los que la pérdida de peso se inhibió a propósito o fue mínima, han documentado cambios en las proteínas que circulaban en la sangre 20 o 24 horas después del inicio de un ayuno solo con agua”, explica.
Malu Martínez Chantar, investigadora del CIC bioGUne de Derio (Vizcaya), también advierte del pequeño tamaño de la cohorte, y recuerda los efectos positivos del ayuno más breve detectados en pacientes con enfermedades autoinmunes o cuando se hace antes o después de la quimioterapia en personas con cáncer.
Aunque advierte: “Todo tipo de intervención nutricional debe estar apoyada por un profesional, porque, por ejemplo, los cuerpos cetónicos que se generan con el ayuno pueden tener un impacto negativo para algunos”.
Uno de los objetivos de estudios como el liderado por Langenberg es identificar las proteínas que se modifican con el ayuno para poder diseñar intervenciones que puedan alterar los mismos mecanismos sin tener siete días a una persona sin tomar más que agua.
“El desarrollo de estas terapias de precisión podría ser beneficioso para todo el mundo, pero, sobre todo, para personas que no pueden llevar a cabo un ayuno de este tipo debido a su mala salud o a otros motivos”, valora Horne.
Martínez Chantar cree necesario conocer con precisión los cambios que se producen en nuestro organismo cuando dejamos de comer, también a largo plazo.
“Es necesario que estos estudios se realicen a más largo plazo porque no sabemos cuáles son los efectos de un ayuno sostenido durante mucho tiempo en aspectos como la longevidad”, apunta.
Mientras se van desvelando los efectos del ayuno en el organismo, es importante recordar una advertencia de uno de los gurús de la materia, el bioquímico de la Universidad del Sur de California, Valter Longo: “Que el ayuno es bueno, malo o neutral, no significa nada: como comer, algunos tipos de ayuno son muy buenos y otros muy malos”.