Periódico AM (León)

Identifica­n a criminales por las balas

La pelea de gallos en Purísima del Rincón se convirtió en el peor hecho violento en la historia de Guanajuato Sobreviven­tes narran el ataque que dejó ocho hombres fallecidos y a una veintena con lesiones de bala

- Redaccion@periodico.am

Las balas utilizadas anteanoche en el ataque contra un salón de fiestas en Purísima, en el que murieron ocho personas, permite a las autoridade­s sospechar qué grupo delictivo es el responsabl­e de los hechos, dijo ayer el procurador Carlos Zamarripa Aguirre.

“Hay un calibre peculiar, que normalment­e en algunos eventos lo hemos encontrado. Es un calibre 5.56 y este calibre, obviamente ha estado vinculado a un grupo criminal y algunos eventos que hemos tenido en la región Laja-Bajío”, aseguró.

La medida se refiere al diámetro de la bala, 5.56 milímetros, y es usado por armas como el M-16, de los marines norteameri­canos, y el FX-05 (Xiuhcóatl o ‘Serpiente de fuego’), creado por el Ejército mexicano.

También lo emplean algunos fusiles Barret, conocidos como ‘mata policías”.

El ataque, una de cuyas víctimas fue Alfredo López García, padre del alcalde de San Francisco del Rincón, Ysmael López, figuró anoche como noticia destacada en los noticieros nocturnos de la televisión.

Denise Maerker habló de la lucha entre grupos criminales que ha disparado la violencia en el estado.

Y en Imagen Televisión, Ciro Gomez Leyva aseguró que las autoridade­s de Guanajuato tienen ya ubicado a quien ordenó el ataque.

Hay pistas de quién atacó en Purísima, dice Procurador Relacionan indicios encontrado­s en salón de fiestas con otros eventos, asegura Zamarripa

El salón de fiestas California de Purísima del Rincón parece un campo de batalla. La sangre tiñe de rojo el piso beige, pero no es la sangre de los gallos que pelearon a muerte, sino la de seis cadáveres y más de 20 heridos de bala (de los que dos murieron en el hospital).

Fue la peor masacre que se recuerde en el estado de Guanajuato.

La noche del miércoles, poco después de las 9, se jugaba la penúltima pelea de gallos de la segunda ronda de cuatro, en un derby de 11 partidos o equipos.

Había unas 80 personas que pagaron 100 pesos por entrar, todas sentadas en sillas metálicas alrededor del anillo.

Afuera llegaron dos camionetas, de las que bajaron cinco hombres fuertement­e armados; en ellas permanecie­ron los conductore­s, listos para escapar.

Uno de los desconocid­os cuidaba la retaguadia de los otros cuatro, vio que había un guardia de seguridad privada y de inmediato lo encañonó.

“Tírate al piso y agacha la cabeza, si la levantas te mato”, le dijo.

“Estábamos como unas 80 personas, éramos pocos, todos sentados alrededor del anillo. Ni siquiera se ocuparon las gradas, entonces estaban amarrando las navajas para la penúltima pelea (la número 9) de la segunda ronda cuando entró la muerte”, dijo un sobrevient­e de 40 años que pidió que no se revelara su nombre.

Cuatro hombres entraron al salón California y sin decir nada asesinaron a José de Jesús Serrano Pérez, quien cuidaba la puerta y recibía el pago de las entradas.

“Primero entró un sicario y atrás de él venían otros tres y gritó ‘¡ya se los cargó su chin… madre, hijos de pu...!’ y comenzaron a disparar a diestra y siniestra”, citó un segundo testigo a am.

La mayoría de los disparos iban dirigidos a la zona donde se encontraba Alfredo López García, papá del alcalde se San Francisco del Rincón Ysmael López.

“Casi todos los balazos iban a la zona donde estaba don Alfredo (López García), pero después para escapar dispararon parejo y dejaron ir las metralleta­s al que se moviera”, citó un sobrevivie­nte.

Los hombres corrían y trataban de resguardar­se donde fuera, pero no podían escapar porque sólo había una puerta, mientras los sicarios les disparaban a los pies.

Todo ocurrió en cuestión de 40 segundos, dijeron los testigos.

Los cadáveres de cuatro personas quedaron en el suelo, junto al anillo para las peleas de gallos, entre ellos el de Alfredo López; a unos metros estaban los de Tereso Correa Torres y Antonio Zavala Barrón, que eran corredores de apuestas y quedaron uno muy cerca del otro.

Había botellas de vino, sillas tiradas por todos lados y pisadas sobre la sangre de las víctimas.

Dos personas agonizaban, una de ellas apenas podía respirar y pidió ayuda, pero falleció cuando recibía atención médica.

“Era un señor de unos 78 años, le decían El Camarón; tenía diabetes, era corredor de apuestas y quedó tirado en el piso, de lado, casi no podía hablar y como que le faltaba la respiració­n... apenas pudo decir que lo ayudaran, que se le iba el aire y murió en el hospital”, dijo un testigo.

Otros dos hombres parecían estar muertos pero pudieron mover sus manos para pedir ayuda, uno era hermano de Tereso Correa. Las balas le destrozaro­n las piernas y no se pudo levantar.

Y entre lamentos, quejidos y gritos se escuchaba el cantar de los gallos.

 ??  ?? Patrullas de la Policía Militar, frente al lugar donde ocurrió el ataque.
Patrullas de la Policía Militar, frente al lugar donde ocurrió el ataque.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico