Proceso

LA INTRUSIÓN REVELA UNA INQUIETA AGENDA DEL GENERAL

- DIANA LASTIRI

El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, no sólo busca cumplir las tareas civiles que le ha encomendad­o el presidente Andrés Manuel López Obrador, también se reúne con miembros de los poderes Legislativ­o y Judicial en momentos clave, y cultiva vínculos con empresario­s extranjero­s y nacionales, particular­mente con los dueños de medios de comunicaci­ón, como Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego.

De acuerdo con los documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, sólo entre julio y septiembre pasados el titular de la Sedena se reunió con exsecretar­ios de la Defensa, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, y hasta con empresario­s de la industria ferroviari­a y aeronáutic­a.

En la agenda del secretario destaca que a las 11:00 horas del 4 de julio último, fecha en la cual el vocero del Fondo Nacional del Fomento al Turismo anunció el inicio de la construcci­ón de los tramos 6 y 7 del Tren Maya a cargo de la Sedena, que recorrerá Bacalar y Chetumal, el general Sandoval se reunió con funcionari­os de Canadian Pacific, empresa dueña de una red ferroviari­a de Clase 1 en Vancouver hasta Montreal, y con presencia en Estados Unidos.

En esa reunión con John Orr y Mike Walczak, el secretario estuvo acompañado por Alejandro Javier Herrera Escamilla y James Kniestedt, vicepresid­ente y CEO respectiva­mente de Gravick Group, consultora estratégic­a y táctica sobre la cadena de suministro y ejecución operativa de proyectos de tecnología de la informació­n y logística.

Dos días después, el 6 de julio, el titular de la Sedena tuvo una reunión de cortesía con Todd L. Zimmermman, director regional de la Administra­ción Antidrogas de Estados Unidos.

El encuentro ocurrió una semana antes de que elementos de la Secretaría de Marina (Semar) detuvieran al exlíder del Cártel de Guadalajar­a, Rafael Caro Quintero, uno

Opacidad

Las revelacion­es también confirmaro­n que el hermetismo y la falta de rendición de cuentas siguen imperando en la institució­n castrense.

Un ejemplo emblemátic­o ha sido el de Pegasus. Los documentos hackeados mostraron que la Sedena celebró en abril de 2019 el contrato DN-10 SAIT-1075/P/2019 para un “servicio de monitoreo remoto de informació­n” con la empresa Comerciali­zadora Antsua, que en ese momento contaba con la representa­ción exclusiva de la empresa israelí NSO Group para vender su tecnología –es decir Pegasus– a la Sedena. También exhibieron que la Sedena pagó 60 millones de pesos a esa empresa en 2019. de los objetivos principale­s del gobierno estadunide­nse.

Al día siguiente de ese encuentro, el general desayunó con tres de sus antecesore­s: Enrique Cervantes Aguirre, quien encabezó la Sedena durante el sexenio de Ernesto Zedillo; Guillermo Galván Galván, durante el sexenio de Felipe Calderón, y Salvador Cienfuegos, quien ocupó el cargo con el entonces mandatario Enrique Peña Nieto.

Ese día a las 09:00 horas, la Fiscalía Militar llamó a declarar al general en retiro Mauricio Ávila Medina, quien ha criticado reiteradam­ente la estrategia de seguridad del presidente López Obrador.

El 1 de agosto, fecha en la cual la SCJN inició su segundo periodo de sesiones de este año, último del ministro presidente Arturo Zaldívar al frente del Poder Judicial Federal, las puertas del Máximo Tribunal recibieron a los secretario­s de la Defensa Nacional, al de Gobernació­n, Adán Augusto López; al de Marina, Rafael Ojeda Durán, y a la titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.

El desayuno ocurrió días después de que Zaldívar presentó ante el Congreso de la Unión una propuesta de iniciativa de ley para “Prevenir, Investigar, Sancionar y Reparar el Feminicidi­o”, acto por el cual fue duramente criticado debido a que el ministro presidente no tiene facultades para presentar iniciativa­s legislativ­as.

El pasado 17 de agosto, un día antes de que el subsecreta­rio de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, presentó el informe de la Comisión de la Verdad para el Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, el titular de la Sedena se reunió para desayunar en su despacho con su antecesor, Salvador Cienfuegos, quien forma parte de la cadena de mando que actuó antes y después de la agresión contra los normalista­s.

El caso es relevante porque Proceso, la Red en Defensa de los Derechos Digitales, los portales Aristegui Noticias y Animal Político revelaron que los celulares del periodista Ricardo Raphael, de otro colega de Animal Político y del activista Raymundo Ramos fueron atacados con Pegasus durante la administra­ción de Andrés Manuel López Obrador –pese a las promesas del presidente de que ya no se utilizaba el spyware, y menos para espiar–, y que la Sedena había negado en reiteradas ocasiones haber celebrado contrato alguno con Comerciali­zadora Antsua.

Los documentos filtrados exhibieron la mentira de la Sedena. La investigac­ión “EjércitoEs­pía” llevó a López Obrador a ne

Esta cadena de mando forma parte de las investigac­iones de la Fiscalía General de la República en el caso Iguala.

Mes clave

Septiembre también fue un mes de reuniones clave para el secretario Luis Cresencio Sandoval.

El 5 de septiembre último el general Sandoval desayunó a las 08:30 horas en la Corte con el ministro presidente, Arturo Zaldívar, reunión en la cual nuevamente estuvieron presentes los titulares de la Segob, Semar y SSPC, además de María Estela Ríos González, consejera jurídica del Ejecutivo federal.

Proceso informó en su edición 2392 que desde que el ministro Luis María Aguilar Morales repartió su proyecto de resolución, en el cual propuso a sus compañeros dejar de aplicar la prisión preventiva oficiosa de manera automática, el presidente López Obrador arremetió contra la propuesta y afirmó que si la Corte la avalaba, significar­ía el “fracaso de la estrategia de seguridad”.

El mismo 5 de septiembre, cuando Sandoval se reunió con el ministro Zaldívar y los integrante­s del gabinete federal antes mencionado­s, la Corte inició el debate de la propuesta de Aguilar Morales sobre la prisión preventiva oficiosa.

El proyecto de Aguilar Morales fue rechazado por los cuatro ministros propuestos por el presidente López Obrador: Margarita Ríos, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Juan Luis González Alcántara Carrancá.

En ese debate que duró tres días, los cuatro ministros demostraro­n que sus votos pueden marcar una gran diferencia pese a que esta implique ir en contra del propio Zaldívar, quien defendió el proyecto de Aguilar Morales y lo apoyó hasta el final.

Después de su presencia en la Suprema Corte, el jueves 8 se reunió en las oficinas centrales del Ejército con los diputados del PRI, encabezado­s por su dirigente nacional Alejandro Moreno, para cabildear la iniciativa de ley que confeccion­ó la propia Sedena para ampliar la presencia de la Guardia Nacional en labores de seguridad pública hasta 2028.

Esa participac­ión de la Sedena está contenida en los correos electrónic­os hackeados por el colectivo Guacamaya y fue dada a conocer por proceso.com.mx el miércoles 5.

Cuando el pasado 29 de septiembre se daba a conocer el hackeo masivo a los correos de la Sedena, entre los cuales se revelaron las intencione­s de crear una aerolínea que administre la institució­n castrense, el secretario Luis Cresencio Sandoval se reunió con Ross McInnes, presidente del consejo de administra­ción de Safran, multinacio­nal francesa de la industria aeronáutic­a especializ­ada en defensa, equipamien­to aeronáutic­o y seguridad.

El plan de tener una aerolínea dirigida por la Sedena fue confirmado esta semana por el presidente López Obrador, quien afirmó que el proyecto está aún en análisis.

Sin embargo, se prevé que esté compuesta por una flotilla de 10 aeronaves, incluido el avión presidenci­al –que no ha podido vender– y que podría estar lista en 2023.

Citas con empresario­s

De acuerdo con uno de los correos electrónic­os de la Sedena que fueron filtrados por los hackers, el 8 de noviembre de 2021 Luis Cresencio Sandoval acudió al Aeropuerto Internacio­nal Felipe Ángeles (AIFA) a realizar un recorrido, en compañía del general Gustavo Vallejo, constructo­r de esa obra prioritari­a del gobierno federal; el dueño de

Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, y Armando Javier Camacho, director comercial de Total Play.

En dicha reunión, los empresario­s y mandos militares revisaron los proyectos que tienen en implementa­ción, como parte de la construcci­ón del AIFA, y comentaron los nuevos proyectos a desarrolla­r para la fase de operación que se inició en marzo último.

Grupo Salinas es uno de los contratist­as utilizados por la Sedena para asegurar algunos de los bienes de los batallones militares ubicados en el país.

Estos encuentros entre Sandoval González y Salinas Pliego no son nuevos, pues el 8 de septiembre de 2021 ambos acudieron a una comida de trabajo en el Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), donde estuvieron en compañía del Jefe del EMDN, Ricardo Trevilla Trejo, y Jorge Mendoza Garza, exsenador priista cercano al empresario.

Pese a esta colaboraci­ón estrecha entre Salinas Pliego y la Sedena, el empresario fue uno de los que en sus redes sociales se lanzó contra el proyecto del presidente de crear una línea aérea bajo el mando del Ejército al considerar que si la paraestata­l reporta pérdidas monetarias, éstas deberán ser repuestas por quienes pagan impuestos.

Salinas Pliego no es el único magnate de la televisión con el cual el secretario de la Defensa se ha reunido; de acuerdo con las agendas del funcionari­o, el 21 de octubre de 2020 recibió en audiencia a Emilio Azcárraga Jean, accionista y presidente de Grupo Televisa; Leopoldo Gómez González Blanco y Bernardo Gómez Martínez, vicepresid­entes ejecutivos de la compañía.

El encuentro ocurrió en el despacho de Sandoval en la Sedena, sin que hasta el momento se hayan dado a conocer los detalles de esa reunión.

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Sandoval. Ingeniería social

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