El cartel de Rafael López Castro
Uno de los elementos de gran atractivo para el Festival Internacional Cervantino (FIC) en su 50 aniversario, es el cartel de la celebración.
¿Un Cervantes que se construye o se deconstruye?
“Quizás ambas. Es un Cervantes que va a todas partes”, según la respuesta de su creador, Rafael López Castro (Degollado, Jalisco, 1946), a la cabeza de los diseñadores gráficos del país, quien también cumple medio siglo de actividad, para lo cual editó un libro de diseño autobiográfico.
Y es que tras conocerse en octubre del año pasado a los invitados de este 2022, Corea y Ciudad de México (Proceso 2399) en el recinto del teatro Juárez –que este año recibe al Cervantino luego de una rehabilitación interna–, el cartel se mostró por todo lo alto:
Un fondo negro, la sobriedad por excelencia, un Miguel de Cervantes, y letras blancas a manera de grafitti con un 50 en dorado como conmemoración.
La imagen de El manco de Lepanto en realidad son cuatro Cervantes, gracias a la minuciosa técnica del collage, predilecta de López Castro desde su infancia. Y ya inunda en cualquier buscador –llámese Google, Safari, Firefox…– cada vez que se teclea “50 Cervantino”.
La titular del FIC, Mariana Aymerich, relató a este semanario que tras una decisión interna se ofreció el diseño a López Castro, dejando de lado la iniciativa implementada desde 2019 para que estudiantes-diseñadores de la Universidad de Guanajuato lo realizaran.
En video-entrevista desde su casa-estudio en la colonia Mixcoac de la Ciudad de México, el artista, acompañado de su hijo Guillermo (DF, 1972) –su mano derecha–, explica con buen humor:
“Esta imagen la hice con mi hijo Guillermo, es una técnica que trabajo de repente, de recortar puros cuadritos, un collage, se van recortando de manera muy minuciosa. Le dije ‘échatelo tú’ y lo firmo, así que esa imagen la deberían de firmar Rafael López Castro y Guillermo López. Es como usar una cuchilla, una escuadra, pegamento, y luego ir midiendo y poniendo. Parece una sola pero son cuatro. Si te acercas a los ojos se pueden ver los cuatro ojos chiquitos a una cuarta parte…
“Uno de mis gustos favoritos es el collage, recortar los cuadritos, es un gustito que tengo desde hace mucho, y no requiere tanto. Siempre estoy trabajando collage: le pongo, le quito, es el juego de mi vida desde pequeño, recortaba con tijeras y pegaba. Se burlaban de mí, me decían ‘oiga, no se parece’, y yo respondía, ‘no, no se parece’, mi idea era jugar con imágenes, mi preocupación era que no se pareciera al reunirlas de nuevo.”
–¿La idea de que así fuera el Cervantes nació desde un inicio? No tuvo alguna otra opción, ¿por ejemplo jugar con “FIC” o algo más?
–No había otra imagen. Me cae bien Cervantes –dice al momento de que su hijo
trae a cámara la imagen de una virgen de Guadalupe en una versión similar a la del escritor–: así se me pareció a mí.
A lo cual añade Guillermo:
“Esta virgen está hecha a mano, el Cervantes está hecho en computadora con el mismo efecto, pero recortada así. En realidad es exactamente lo mismo que si fuera recortada a mano, pero en la computadora, que es un poquito más rápido.
De nuevo a Rafael López Castro: ¿Y qué hay de las letras del FIC?
–Están en manuscrito sobre el “50”. El “Festival Internacional Cervantino” está de otra manera, pero se los mostré y me hicieron la observación de que no les terminaba de agradar, y volvimos a hacer las letras.
–La imagen del Cervantes captura la vista, en el entendido de averiguar si es un Cervantes que se construye o se deconstruye…
–Es un Cervantes que va a todas partes, hacia el futuro, hacia el pasado, pero ojo, también está en el presente, que es muy importante, ese es el sentido.
En el marco de la inauguración de la 33 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), la Secretaría de Cultura, a través del INAH, entregó el premio Antonio García Cubas 2022.
Entre los más de 100 libros de 40 casas editoriales y 10 categorías, en el rubro de Libro de Arte, se mencionó de manera honorífica a Suave trazo. Rafael López Castro. Diseñador mexicano (2021), coordinado por Alberto Tovalín Ahumada en 300 páginas. El título alude al poema “Suave patria”, del poeta zacatecano Ramón López Velarde.
Se incluye una autopresentación a mano del mismo diseñador, más textos de su maestro Vicente Rojo, Carlos Monsiváis, David Huerta (fallecido el pasado lunes 3 a los 72 años), Eraclio Zepeda, Hugo Hiriart, Alejandra Moreno Toscano, Humberto Mussachio, Felipe Garrido, Rafael Vargas, Juan Villoro, entre muchos otros.
El bello volumen con tiraje de mil piezas fue presentado en agosto pasado en el museo de San Ildefonso, en donde se recordó la formación de López Castro en la mítica imprenta Madero, destacándolo como el heredero natural de “la espada mágica de Vicente Rojo”.