Barry Jenkins: la belleza de apoyar a nuevos cineastas
MORELIA, MICH.- Ganador del Oscar a Guion Adaptado por Moonlight (2016), el estadunidense Barry Jenkins, invitado de honor en la 20 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), expresa a Proceso que su principal compromiso hoy por hoy es apoyar a realizadores que están surgiendo:
“Tras la pandemia todo se complicó económicamente y es un problema el acceso a los fondos”, informa el afrodescendiente que patrocinó Aftersun (Reino Unido, 2022), ópera prima de Charlotte Wells, que igualmente formó parte de este festival:
“Para mí es importante, con el reconocimiento que ya tengo, ayudar a otros artistas nuevos. Me parece hermoso que por cada película que yo haga se dé impulso a otros tres filmes, a realizadores apasionados que hagan cosas que yo no puedo crear”.
En el 20 FICM presentó sus trabajos Moonlight (Luz de luna, 2016), Si la colonia hablara (2018), The Gaze (2021) y el capítulo 5 de la serie El ferrocarril subterráneo. Él produce la cuarta temporada de HBO Max Thrue detective bajo la dirección de la mexicana Issa López y protagonizada por Jodie Foster, que se estrenará en 2023. Además, Disney le encargó dirigir la precuela de El rey león, en la que se verá cómo Mufasa se convierte en monarca.
Jenkins (Miami, Florida, 1979) subraya que desea poner en la mesa “temas cercanos a la verdad y la a realidad, porque en la vida hay demasiada basura y muchas mentiras”.
Se le comenta que especialistas y críticos consideran que su obra es cine político, ya que aborda el racismo; él enfatiza:
“Lo que intento desarrollar en las imágenes es la belleza, que está presente no sólo en la luz, sino también en la oscuridad. El cine no tiene que ver únicamente con una narrativa, también con las imágenes, y la gente con conciencia política y políticamente activa debe saber que cualquier acto es político.”
El cine, cree, puede cambiar conciencias:
“Con respecto a mi película Moonlight, hasta la fecha recibo correos electrónicos y mensajes en redes sociales, tanto de jóvenes como de adultos, que me comunican que esa historia les cambió la vida. Después de haber hecho este filme me fui a Mé
rida, Yucatán; rumbo a las ruinas de Uxmal nos paramos en un pequeño pueblo y en un puesto callejero de filmes piratas, había una copia de Moonlight.
“Pregunté qué hacía ahí mi cinta, y la persona que nos guiaba dijo que en ese pueblo había un porcentaje mayor de adolescentes que se fugaban de sus casas y que se identificaban dentro de la comunidad LGBTQIA+, y que como no había cine en ese pequeño lugar, la persona que poseía el puesto consideraba que el público se identificaba con esa historia.”
En Moonlight, Chiron, un afroamericano que sufrió una infancia y una adolescencia muy difíciles, crece en una zona conflictiva de Miami, y conforme pasan los años el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chiron tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio.
–¿Qué opina de la situación de Estados
Unidos, con los altos costos a raíz de la guerra en Ucrania?
–Da miedo y terror la situación actual, pero no solamente la de Estados Unidos sino la de todos lados. A final de cuentas compartimos el mismo planeta. No sé si ahora podría filmarse una película como Moonlight, porque ahora debe pagarse más de renta y cuesta más alimentar a la familia, pero por supuesto la gente va a seguir haciendo películas, porque las debemos hacer.
Aclara que en este momento no es su intención hablar acerca de la situación racial en Estados Unidos, “pero siendo una persona negra estadunidense siempre va estar presente ese tópico, pues es parte de mi historia”. Concluye:
“Todo empieza con el guion. Yo escribo un montón de emociones y de sentimientos, y hay gente que dice que soy muy mal escritor por eso; pero me parece que es la única forma en que alguien puede comunicarse”.