Exigen a Petro reclamo enérgico ante AMLO
BOGOTÁ.- Frente al inusual repunte de abusos e “inadmisiones” migratorias de visitantes colombianos en México, el presidente Gustavo Petro ha sido, más que prudente, omisivo.
El mandatario, que suele ser muy enfático y activo en redes sociales cuando se trata de defender los intereses de Colombia, ha tomado distancia del tema de los recurrentes maltratos de agentes migratorios mexicanos a los turistas de Colombia que viajan a México a disf rutar de las playas de Cancún o de la arquitectura colonial del Centro Histórico de la capital mexicana.
En el primer trimestre de este año han sido “inadmitidos” y devueltos a su país 13 mil 839 colombianos que llegaron a México para hacer turismo, una cif ra superior en 41.3 por ciento a la registrada en el mismo periodo de 2022 y mayor en 81.5 por ciento a la de 2021. Las denuncias de abusos también se han multiplicado (ver nota principal).
Lo más que ha dicho Petro sobre el tema es que en México “no tratan bien a los colombianos” porque las autoridades mexicanas “creen que van a cruzar el Río Bravo” hacia Estados Unidos.
Pero nunca ha criticado a los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de México que abusan de sus compatriotas en diferentes aeropuertos, donde según denuncias los dejan incomunicados hasta por varios días en cuartos insalubres y les roban sus pertenencias antes de deportarlos, aunque cumplan todos los requisitos para ingresar a ese país.
Entre la opinión pública colombiana circulan videos del trato denigrante y eso genera indignación entre miles de colombianos, pero Petro ha dejado que su embajador en México, Moisés Ninco Daza, se encargue de abordar el tema con las autoridades mexicanas.
Cientos de ciudadanos y políticos, incluso de su propia coalición, el Pacto Histórico, le piden al mandatario ser contundente con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador, con quien tiene una fuerte afinidad política e ideológica, y pedirle que haga algo para impedir que sigan las vejaciones contra los colombianos que vuelan a la Ciudad de México, Cancún y Guadalajara.
La experta colombiana en comunicación digital Rosa Cristina Parra Lozano af irmó en la red X que Petro “ha sido omiso respecto a las violaciones a derechos humanos que sistemáticamente viene cometiendo el @GobiernoMX y que se han agudizado en este sexenio exponencialmente”.
La congresista del Pacto Histórico, María del Mar Pizarro, dice que el gobierno de Colombia debe ser “ser muchísimo más contundente” f rente a López Obrador y pedirle “que nos pare bolas (que nos haga caso) y haga algo para parar esto”.
La cifra de colombia nos“in admitidos” en México, dice la hija del asesinado ex comandante de la guerrilla del M19, Carlos Pizarro, “es escandalosa”: 76 mil 716 entre 2022, 2023 y el primer trimestre de este año, dos mil 841 cada mes en promedio.
El doctor en ciencias políticas de la Universidad de Toulouse, Mauricio Jaramillo Jassir, dice a Proceso que Petro, precisamente por la cercanía que tiene con López Obrador, prefiere tratar los temas complejos –como los abusos a los colombianos que visitan México— de manera discreta, “en corto”.
El profesor de la Universidad del Rosario señala que “Petro sabe que detrás de eso (el duro trato migratorio a los colombianos) hay un compromiso de López Obrador con Estados Unidos (para contener a los migrantes centro y sudamericanos) y que es mucho más efectivo activar canales diplomáticos y no tratar este problema, que es de vieja data, de manera mediática”.
De acuerdo con Jaramillo Jassir, el embajador colombiano en México, Moisés Ninco Daza, ha sido muy insistente en tratar el tema de los abusos de manera directa con la Cancillería mexicana y el INM, en el marco de la excelente relación política que existe entre los dos países.
Y a Petro le puede parecer que esta discreta gestión puede producir mejores resultados, asegura el politólogo y maestro en geopolítica por la Universidad de París VIII.
Cumbre migratoria
Petro visitará México en junio próximo para participar en una cumbre regional sobre migración convocada por López Obrador, quien al principio de su gobierno, en 2018, abogó por enfrentar el tema migratorio con un enfoque humanitario, pero quien ante las presiones de Estados Unidos para contener los altos flujos de centroamericanos hacia el país del norte optó por levantar un “cerco” migratorio en el territorio mexicano con cerca de 50 mil elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina.
Con la migración como tema electoral en Estados Unidos, López Obrador ha sido susceptible a las presiones tanto de los duros republicanos encabezados por el expresidente y precandidato Donald Trump, como del gobierno del demócrata Joe Biden, quien aspira a su reelección en los comicios del 5 de noviembre próximo.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de migrantes en situación irregular que salen, llegan, transitan y permanecen en México alcanzó niveles nunca antes vistos en 2023, con 782 mil 176 “eventos” (detenciones) de indocumentados, 77% más que 2023 y nueve veces por arriba de la cif ra de 2020 (82 mil 379).
Los “eventos” de 2023 involucraron mayoritariamente a migrantes de Venezuela (29%) y de Honduras, Guatemala, Ecuador, Haití y Cuba (43% en conjunto).
Aun con esa política migratoria, que llevó a México a detener a 89 migrantes indocumentados cada hora en promedio el año pasado, López Obrador impulsará en la cumbre regional sobre migración, en junio próximo, una declaración conjunta que enfatizará la necesidad de atacar las causas del fenómeno –la falta de oportunidades– en los países latinoamericanos.
México es el país que más migrantes genera hacia Estados Unidos, según las estadísticas de detención de indocumentados en la f rontera sur del país del norte, que involucraron a 740 mil 166 mexicanos el año pasado, 7.5 % menos que en 2022 y 4.7% más que en 2021, según datos de la OIM.
Colombia, que tiene una política migratoria con enfoque humanitario que ha llevado al país a recibir a 2.8 millones de venezolanos, pugnará en la cumbre regional sobre migración por poner f in a los discursos de odio, xenofóbicos y antilatinoamericanos que se registran en Estados Unidos en la coyuntura electoral.
El embajador de Colombia en México, Moisés Ninco Daza, asegura que exigir respeto para los migrantes latinoamericanos que van a Estados Unidos implica, también, abrir la región al libre tránsito de personas con pleno respeto a sus derechos humanos.